Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
domingo  22 de
julio de 2001
Min 7º
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Recursos Humanos
Marcelo Arecco: "Para ser líder hay que escuchar el doble de lo que se habla"
El especialista analizó los nuevos ejes en la conducción de equipos y organizaciones

¿Cómo conseguir que un equipo de trabajo y toda una organización empresaria funcione? "Hay que construir una visión compartida del futuro, diseñarlo en el equipo haciendo que la gente participe, pensando tareas capaces de que la gente pueda motivarse con el solo hecho de llevarlas a cabo, que el resultado sea parte de los beneficios de todos". Así lo afirma Marcelo Arecco, quien ofreció en la Bolsa de Comercio de Rosario una conferencia sobre liderazgo situacional, organizada por Orígenes AFJP.
-¿Por qué hay tanto interés sobre la temática del liderazgo?
-Hay una necesidad de la gente de entender qué pasa con el liderazgo, en saber qué puede hacer para liderar su propio futuro, en tener que dar respuestas a las organizaciones del trabajo y poder servir a eso. También tiene que ver con la crisis que estamos viviendo de no poder ser dueños de diseñar un futuro.
-¿Qué es el liderazgo situacional?
-Es una herramienta que sale del punto de vista de que el líder debe tener un cúmulo de cualidades personales para serlo, sino que en realidad el liderazgo es una actitud de dar, de compromiso con la vida, con los resultados, con la organización y de hacer que los demás alcancen un grado de autonomía, de madurez dentro del empleo capaz de comprometerse. Se trata de desmitificar el concepto de liderazgo desde el punto de vista del ejemplo.
-¿En qué consiste esa herramienta?
-En analizar que cuando las personas tienen que alcanzar resultados en una tarea tienen grados de autonomía o madurez. Se busca que el líder reconozca que los mensajes de las personas, del auxilio que están pidiendo, y darle la capacidad de entender desde dónde le están hablando y poder actuar en consecuencia. Entonces, el líder está obrando en función de lo que le piden y no en cuanto a lo que cree que es lo mejor para el otro. Saca el foco de que el líder tiene que ser el genio de la respuesta, sino funcionar en cuanto a pregunta del otro.
-Para eso hay que ser capaz de reconocer esos mensajes.
-Hay que usar una cosa que nos dio Dios: que tenemos dos orejas y una boca, para escuchar el doble de lo que hablamos.
-¿Cómo evolucionó el liderazgo?
-Esto lo explico con un ejemplo. En el año 1900, las mesas familiares eran rectangulares, largas, el jefe se sentaba en la cabecera, los hijos al costado, y la mujer no se sentaba, iba y venía de la cocina. La foto familiar era igual: el padre sentado en el medio, la madre parada atrás y los hijos alrededor. La organización era igual: el líder estaba arriba de la pirámide organizacional, y el poder bajaba a los miembros de la organización. En 1950, la mesa es cuadrada, el líder se sigue sentando en la cabecera, los chicos son dos y la mujer se empezó a sentar. Las organizaciones son un poco más chicas. En el año 2000, la mesa es redonda y no hay una cabecera, tenés que ganarte el lugar todos los días. Con la foto pasa lo mismo: si tenés el lugar tenés la foto, si se gana el lugar el perrito, le sacás la foto al perrito. En la organización pasa lo mismo: si no tenés tu lugar te tenés que ir. Antes el líder tenía poder y ese poder era función del puesto. Hoy resulta que ya no tenés un poder que emana del puesto sino que tenés que ser el líder.
-¿Qué debe hacer una persona para que un equipo funcione plenamente?
-Lo primero es involucrar al equipo, construir una visión compartida, identificar que la visión no es una cosa que nos empuja desde el pasado sino que es algo que nos chupa desde el futuro. Esa visión del futuro, debe diseñarse en el equipo haciendo que la gente participe, pensando tareas capaces de que la gente pueda motivarse con el solo hecho de llevarlas a cabo, que el resultado sea parte de los beneficios de todos. Un líder es un integrador de acciones, alguien que escucha qué necesita cada uno, creo que estas son las cosas que van a tener que aparecer ahora.
-¿Quién impulsa estos cambios?
-La gente está a los gritos diciendo "yo tengo cosas para aportar, quiero hacelo, quiero que me escuchen, quiero saber para quién trabajo, quiero tener mi propio proyecto, quiero vincularme con los resultados". Estamos yendo hacia un mundo en el cual la gente está diciendo "aquí estoy yo y quiero aportar".
-¿Qué percepción tienen los empresarios de estas cuestiones?
-El 98% de las organizaciones argentinas son pyme. Esos empresarios están muy atemorizados, se sentaron durante más de cien años a una mesa y ahora se la cambiaron. Tenían todas las respuestas y ahora les cambiaron las preguntas. Tenían un modelo de éxito y ahora se los cambiaron. Tenían un mercado estable, controlado y dependiente y ahora tienen una aldea global. Tienen mucho miedo y no tienen idea de cómo seguir adelante. Habría que explicarles que ahora el liderazgo cambió, que se esperan otras cosas, y que esos éxitos del pasado no aseguran ningún éxito en el futuro. Pero a veces los veo más dispuestos a fundirse que a escuchar.
J.K.



El especialista en recursos humanos Marcelo Arecco.
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