Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
domingo  22 de
julio de 2001
Min 7º
Máx 12º
 
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Esta película ya la vimos

Existen en nuestra sociedad aquellos que permanentemente expresan por cualquier medio a su alcance que el gobierno posee escaso vigor, que cede indebidamente como producto de la lentitud y falta de personalidad del presidente de la Nación. Resulta mucho más simple y cómodo hacer recaer las culpas en una sola persona, que conocer y entender la realidad como procesos sociales, como conjunto de reglas y principios. Toda idea minimizadora sugiere siempre estrechar lo real para convertirlo en un episodio o en algo anecdótico de parte de una persona. Esta forma de presentar la verdad a la ciudadanía es perversa y políticamente falsa. Todos sabemos que el presidente De la Rúa no se caracteriza por su figura avasallante y arrolladora. Pero tampoco es ignorante como lo quieren hacer aparecer quienes lo ironizan, fundamentalmente en programas humorísticos, y entre ellos el que conduce Tinelli, cuya única aspiración en su vida fue velar por su negocio y participar de un maratón en Estados Unidos. Lástima que Baylac, al pretender defender al presidente, lo coloca a la misma altura que Tinelli, cuando en realidad debió ser a la inversa. Quisiera verlos a algunos de estos personajes ejerciendo las funciones de De la Rúa. Se imaginan gobernando al país a un Moyano, Ruckauf o algunos trasnochados que desde el llano se sienten premios nobel y con todo el andamiaje político para hacerse cargo hoy del gobierno. Deberíamos ser demasiados ilusos para creernos al pie de la letra todo lo que digan estos señores disfrazados de políticos.
DNI: 6.133.362


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