La ciudad española de Barcelona, a orillas del Mediterráneo, nació hace más de dos mil años con destino de gran metrópolis. Está enclavada entre el mar y las montañas y es la capital cultural y administrativa de Catalunya.
Los catalanes dicen que "es una ciudad con dos mil años de historia y dos mil historias para vivir". Aluden a su pasado riquísimo pero también a la transformación que comenzó en 1992 con los Juegos Olímpicos, el acontecimiento que la convirtió definitivamente en ciudad de servicios.
La Rambla es el corazón de la ciudad y una avenida bulliciosa que nace junto al mar y sube hasta la plaza de Catalunya. Es preciso recorrerla sin apuro para disfrutar de los músicos, los mimos de caras blanquísimas, los puestos de flores, el mercado de La Boqueria y la extraña venta de pájaros.
En Barcelona es necesario saber que la música es una fiesta; desde la clásica a la contemporánea y desde el jazz hasta la étnica. Con la inauguración del Auditori y la reapertura del Gran Teatre del Liceu, se amplió la temporada musical.
El festival de verano Grec ya es un clásico en las noches cálidas, donde también es divertido compartir la alegría de las verbenas populares. El teatro es otro atractivo de la cultural Barcelona.
Capital del modernismo
Barcelona es también la capital del modernismo, con construcciones como la Sagrada Familia, el Palacio de la Música y el Parque Güell. Y con L'Eixample -área que proyectó en 1860 el ingeniero Ildefons Cerdà-, modelo urbano único en Europa con obras de los arquitectos Antonio Gaudí y Domenech Montaner.
Entre ellas, la casa Batlló, la Amatller y la Casa Milà -más conocida como La Pedrera-, diseños que reúnen formas y colores fantásticos. La ciudad tiene cincuenta museos, entre ellos el Museo Picasso, que es el más visitado, y el Miró.
Como ciudad de compras Barcelona refleja las recientes pautas de consumo marcadas por la economía europea. Esto se nota en las nuevas zonas comerciales, como la Diagonal, donde el autóctono comercio catalán convive con las ofertas de las más prestigiosas firmas internacionales.
Los mejores establecimientos comerciales exhiben la leyenda "Barcelona Shooping Line", que asegura calidad y servicios, más allá de que el visitante encuentre una tienda antigua y aristocrática, y a su lado otra tan vanguardista que rompe moldes. En ambos casos, la sorpresa está garantizada.
Reducto bohemio
Sin duda Barcelona tiene sus raíces en el casco antiguo, donde están los barrios Gótico, de la Ribera y Raval. En ese lugar, ahora reducto bohemio, se mezcla la historia. Como las ruinas del barrio judío y la muralla romana que atraviesa los edificios góticos.
La movida nocturna suele comenzar o terminar en La Rambla, donde hay muchísimas cafeterías en las terrazas. La opción son los "bares del diseño", donde recalan buenos grupos musicales.
Las discotecas están en la avenida Tibidabo y el famoso Pueblo Español en la montaña de Montjuïc, donde se sirve buena comida, excelente música de jazz y mucha gente con ganas de bailar flamenco. En los "chiringuitos" se mueve el cuerpo al son de la música latina, y en el Casino se puede jugar hasta la madrugada.
En Barcelona la comida tiene todos los sabores y todos los ingredientes naturales, desde el pan con tomate, los embutidos y los platos con frutos de mar. En las "xampanyerias" se toma el famoso "cava" catalán, un vino elaborado con el método del champagne, símbolo por excelencia de festejos y celebraciones.
Con una extensión de 200 kilómetros cuadrados y una población de 1.600.000 habitantes, Barcelona es uno de los principales destinos turísticos de Europa. A su puerto llegan anualmente 560 mil cruceristas, procedentes de los Estados Unidos y Europa. Recibe casi 3 millones de turistas por año y registra en el mismo período cerca de 7,5 millones de pernoctes, lo que la ubica entre los principales destinos turísticos urbanos de Europa.