| | Confuso episodio en una villa de Lavalle al 2900 Balearon a una adolescente en el cuello y se salvó de milagro Investigan si fue un hecho accidental o intencional. La policía busca al agresor
| Una adolescente de 13 años sufrió una herida de bala en el cuello en un confuso episodio del cual participó un grupo de jóvenes vecinos de su barrio. La chica tuvo que ser internada y por momentos se temió por su vida, pero ayer se encontraba fuera de peligro. Hasta anoche la policía no pudo determinar si la agresión fue intencional o si se trató de un accidente, en tanto el autor del disparo permanecía anoche prófugo. Angélica Antonia Ramos vive junto con su familia en una casilla de chapa y madera ubicada en un pasillo de tierra en Lavalle al 2900. El lugar es la villa miseria que está situada a unos 300 metros del Mercado de Productores. Mariano Ramírez, el padrastro de la menor, recordó que la chica cayó herida al piso prácticamente desvanecida luego de escuchar una fuerte explosión. El hombre, que vive del cirujeo y las changas del día, no pudo precisar quien pudo disparar. "Estaba acá, en casa, escuché una explosión, pero no le presté atención. Siempre se escuchan tiros por ahí. Enseguida llegó un vecino diciéndome que la nena estaba tirada en el piso". Cuando Ramírez salió al pasillo Angélica "estaba ahí, estirada. Había un grupo de muchachones, pero cuando me acerqué a la nena, salieron todos corriendo", señaló. En pocos segundos la cuadra se llenó de gente y después llegaron varios móviles del Comando Radioeléctrico. Angélica fue socorrida por una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) que la trasladó al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Según fuentes policiales, la adolescente recibió una herida en el cuello que milagrosamente sólo produjo una lesión menor. De todas formas, el estado de salud de la chica seguía siendo delicado ayer a la tarde por lo que continuaba internada y en observación. Tanto voceros de la seccional 18ª, como el padrastro de la menor, coincidieron en que la vida de la chica no corría peligro. Al momento de buscar una explicación de lo ocurrido con su hijastra, Ramírez no tuvo respuesta. "El problema es con un grupo de muchachos, pibitos, que se juntan en la entrada del pasillo todas las noches a aspirar porquerías en bolsas de naylon", manifestó el hombre. Según Ramírez, el grupo causa algunas molestias a los habitantes del pasillo, pero nunca llegan al extremo de agredir físicamente. "Se la pasan tirados en el piso, prenden fogatas para calentarse y cada dos por tres te manguean algo de plata", aseguró. Ramírez no cree que Angélica haya sido víctima de un robo a mano armada. "No tenía nada de valor que sacarle. Creo que habrá discutido con uno de ellos y como siempre están dados vueltas la quisieron agredir", agregó. El caso es investigado por la seccional 18ª e interviene el juzgado en lo penal correccional de Edgardo Bistoletti. La policía hasta el momento no pudo identificar al autor del disparo.
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