Año CXXXIV
 Nº 49.181
Rosario,
miércoles  18 de
julio de 2001
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La corrupción jaquea al oficialismo brasileño
A quince meses de las presidenciales, el partido de Cardoso no tiene candidato y el PT crece en los sondeos

Adalid Cabrera Lemuz

Brasilia. - Con los partidos de gobierno aún sin candidatos definitivos para las elecciones del próximo año y con una oposición cada vez más fuerte en los sondeos de opinión, el ritmo político-electoral en Brasil empieza a intensificarse. Casi nadie cree que la coalición que sustenta al gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso presente un candidato único en el pleito, de aquí a 15 meses. Ni el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mucho menos el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) y el Partido del Frente Liberal (PFL) tienen aun candidatos oficiales.
Cardoso, del PSDB, manifestó la pasada semana que está en condiciones de encaminar al candidato que le sucederá en la presidencia. Cardoso está inhabilitado por la Constitución para una nueva reelección y concluirá el 2002 dos administraciones consecutivas. Los candidatos aun no declarados son los ministros de Salud y de Educación, José Serra y Paulo Renato Souza, respectivamente. El titular de Hacienda, Pedro Malan, podría ser el tercero.
Recientes encuestas de opinión ubicaron a Serra en el último lugar. Los otros ni aparecen en las encuestas.
La crisis de energía, que obligo al Ejecutivo a imponer un drástico plan de ahorro de electricidad, el debilitamiento del real y el persistente desempleo y la pobreza juegan contra los partidos gobernantes. El PMDB se debate en una discusión interna entre los que quieren continuar con el gobierno y los que quieren salir del esquema oficialista.
El ex presidente Itamar Franco -de 70 anos- critico acérrimo de Cardoso, considera que el PMDB debe dejar el gobierno. De hecho en la oposición, Franco quiere candidatear a la presidencia el 2002 por el PMDB. Si no lograse el respaldo de su partido, tiene puertas abiertas en el Partido Democrático de los Trabajadores, del ex gobernador de Río de Janeiro, Leonel Brizola.

El candidato, en septiembre
El ex presidente participó ayer en Brasilia de una reunión del PMDB que definirá en septiembre los rumbos de este partido tras el emplazamiento de Cardoso para que el partido asuma todas las responsabilidades en el Ejecutivo o se retire del gobierno. El PFL tampoco tiene candidato designado y su presidente, Jorge Bornhausen, realiza contactos con el PSDB en pos de una alianza electoral, dijeron sus dirigentes.
Al frente se encuentra la oposición, liderada por el Partido de los Trabajadores (PT) alentado por su crecimiento electoral en los comicios municipales celebrados en octubre del año pasado. El PT no ha ratificado aun a su presidente de honor, Luiz Inacio Lula da Silva, como candidato a la presidencia, pese a que encabeza todos los sondeos de opinión. Solo adoptará una determinación en marzo, señalaron sus dirigentes más representativos.
Lula ya fue candidato del PT en tres elecciones. Perdió frente a Fernando Collor de Mello en 1989 y en dos ocasiones ante Fernando Henrique Cardoso, en 1993 y 1997. El presidente del PT, Jose Dirceu, manifestó que nunca como hoy el PT estuvo tan cerca del poder y dijo que más que la elección de su candidato su partido está preocupado por elaborar una propuesta de gobierno que abra perspectivas de negociación y de acuerdos con otros frentes políticos.
Dirceu no descarta un triunfo en la primera vuelta electoral, pero de no ser así dijo que el PT quiere contar con un candidato y una propuesta de gobierno que le permita negociar acuerdos y asegurar el triunfo en una segunda vuelta electoral.


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