cartas

Samurai "fujitivo"

Sí, nos decía, "fujitivo" va con jota, porque era un transgresor. Transgresor, porque era una buena persona, y en esta época, ser una buena persona es transgredir la mediocridad del ámbito en que vivimos. Honesto, franco, sensible, tierno, rebelde, pero con la rebeldía de un niño. Cada acto de su vida estaba teñido por la pureza de sus sentimientos. Su moto, su perro, la dedicación por los enfermos, el respeto por sus compañeros, la nobleza de espíritu, la preocupación por superarse. Veneraba la vida. Amante de la libertad, el peruano japonés, en un mes iba a tener la ciudadanía argentina. Amaba nuestro país, amaba nuestra ciudad, amaba nuestro hospital. Tenía la transparente mirada de niño, su cabello corto y negro se rebelaba también a ser peinado y se agrupaba en puntudos mechones como si quisieran volar de su cabeza, interpretando la libertad que bullía dentro. Sonreía cuando le decíamos del peligro de su moto, sonreía cuando le hablábamos del casco... Era un sábado de invierno, pero de un atardecer templado y rojizo. Ibas en tu moto, entusiasmado y preocupado por el examen próximo y la presentación de un trabajo en un Congreso en Buenos Aires. Era un buen día, tenías el casco puesto, sabemos que no tenías vicios, pero terminaste bajo las ruedas de un acoplado cargado de cereales. Los intentos de tus compañeros de un hospital bien entrenado para estas cosas no pudieron traerte de vuelta para seguir disfrutando de tu compañía. Probablemente, el atardecer y el casco no te dejaron ver que la banquina estaba descalza. Los integrantes del servicio de Ortopedia y Traumatología del Heca desean agradecer a todos y cada uno de los que colaboraron en la atención de Néstor Ikeda Artacho.
Compañeros del Hospital
Doctor Clemente Alvarez