Cuidados perinatales

La mortalidad fetal sigue siendo alta en Latinoamérica. Paraguay y Bolivia, los países más afectados

Aproximadamente el 98% de las muertes perinatales se producen en países en vías de desarrollo. Entre 1983 y 1995 la mortalidad infantil en estos países ha disminuido, pero la mortalidad fetal se redujo sólo ligeramente. En cambio, en los países desarrollados se ha observado una significativa reducción del número de muertes fetales.
Un estudio realizado por el Centro de Perinatología y Desarrollo Humano para Latinoamérica (Departamento de Promoción y Protección de la Salud de la OMS, Montevideo) registró que los valores más elevados de mortalidad fetal corresponden a Paraguay y Bolivia, y los más bajos a Chile, Uruguay y Costa Rica.
Numerosas características maternas sociodemográficas y patologías médicas y obstétricas se asociaron con el riesgo de mortalidad fetal. Las más importantes fueron la falta de cuidados prenatales y bajo peso para la edad gestacional.
También se relacionaron con riesgo las presentaciones no cefálicas, la edad materna superior a 35 años, los antecedentes de aborto y de muerte perinatal, la multiparidad (más de 4) respecto de la nuliparidad, el sangrado en el primer trimestre del embarazo, la ruptura prematura de membranas, y patologías tales como hipertensión arterial gestacional, diabetes gestacional, anemia, sífilis e isoinmunización Rh.
La identificación de mujeres que no realizan controles prenatales y un acercamiento más completo en relación a sus necesidades insatisfechas (cuidados obstétricos, apoyo económico y emocional) podrían tener un impacto positivo en la reducción de la mortalidad fetal.
Esto debería estar acompañado de programas adecuados de control, seguimiento, diagnóstico y tratamiento de casos de crecimiento fetal anormal.
A su vez, se debería prestar especial atención a las presentaciones anormales, lo cual reduciría la mortalidad fetal intraparto. Por último, señalan los expertos, los tratamientos de patologías médicas en la madre, si bien tendrían un impacto menor en la reducción de muerte fetal, también contribuiría a disminuir las diferencias con los países centrales.