Emilie Schindler, quien junto a su fallecido marido Oskar salvó a más de 1.200 judíos de la muerte en los campos de exterminio nazis, no regresará a la Argentina y se instalará en Berlín -donde se encuentra actualmente- en forma definitiva, afirmó ayer su biógrafa y amiga Erika Rosemberg. La escritora indicó que con esa resolución, la viuda del empresario -de 94 años- verá realizado su deseo de retornar definitivamente a Alemania. Emilie, quien vive en Argentina desde 1949, debe movilizarse en sillas de ruedas y ya recibió la oferta de varios centros hospitalarios alemanes para albergarla. Rosemberg explicó que Schindler tenía nostalgias de Alemania y no quiere retornar a Argentina. "Tras muchos años de estar lejos de Alemania, ahora está dispuesta a vivir con la gran familia que ha encontrado aquí. Una familia que nunca tuvo en Argentina", sostuvo Rosemberg, escoltada por la viuda de Schindler. "Le falta su patria y en Berlín se siente muy bien", explicó Rosemberg. "Alemania es bella, quiero descansar allí", había declarado días atrás Emilie Schindler. Diversas organizaciones alemanas han ofrecido apoyo financiero a la señora Schindler, quien recibe una jubilación de Alemania de 1.300 marcos (570 dólares) y espera obtener unos 25 mil marcos de los derechos de la publicación de documentos de su marido hallados el año pasado. Emilie Schindler fue objeto de una calurosa acogida en Berlín. "Es como la vida floreciente", dijo Rosemberg, en comparación con la vida solitaria que llevaba en una residencia de ancianos cerca de Buenos Aires. En Berlín se reunió con alumnos de una escuela bautizada con el nombre de su marido y visitó las principales atracciones turísticasde la ciudad.
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