Es probable que a pocos días de haber concluido el 67º Campeonato Argentino de básquetbol categoría mayores, los dirigentes de la Federación de Santa Fe todavía no se han "despertado" y dimensionado la envergadura de la organización que fueron capaces de llevar adelante, al margen de la frustración de no haber podido llegar deportivamente al título.
Es que cuando se trabaja con amor y fe es muy difícil quedarse sin el acompañamiento de la gente y, fundamentalmente, el de las autoridades de gobierno, cuyos responsables muy rápidos de reflejos aceptaron el convite para ser copilotos de una organización casi perfecta.
Las experiencias de "Los Argentinos de mi vida", tal como se titulará mi próximo libro con testimonios de los campeonatos nacionales de mayores, me permiten hacer una comparación, que aunque a veces suelen ser odiosas es muy necesario saber reconocerlas, y a tiempo. No se debe perder la generosidad de decirlo.
Habrá un antes y un después de Córdoba y Santa Fe. Si lo de San Francisco del año anterior había sido bueno, organizativamente hablando, lo de Santa Fe y Rosario fue muy bueno, tal como lo revelaron los propios protagonistas ante la consulta periodística de rigor, una vez finalizado el torneo.
"Casi perfecto", o simplemente "excelente", o "muy bueno", fueron las frases más escuchadas de parte de quienes compartimos esta nueva edición del más argentino de los campeonatos. Lo reconocieron jugadores y dirigentes de los equipos que participaron.
Cerca de la perfección
Hubo angustia, nervios y por allí hasta algunos disgustos entre los hombres, pero no se podrá negar que lo de Santa Fe anduvo rondando la perfección, que a esta altura del campeonato quiere decir mucho. Sin embargo, esto no desmerece el esfuerzo de las federaciones que organizaron el torneo en los últimos años, el caso de Corrientes (94), Chaco (96) y Tucumán (98).
Será muy difícil superar los avances del torneo de Santa Fe. El 2002 nos encontrará, tal vez, reuniéndonos en algún lugar de la provincia de Buenos Aires, o al que le corresponda por calendario. Se ha marcado un hecho muy especial a partir de una criteriosa conducción que, el deporte en general y el básquetbol en particular, no deben desaprovechar, cuando se está huérfano de hechos positivos que generen o sumen adhesiones.
Las cosas son como son, no como uno quiere que sean. No obstante eso, Santa Fe tomó una decisión política, se animó y le ganó al desencanto en que hoy está sumida la sociedad argentina. Y eso es mucho decir. Vaya si no. Por todo esto, felicitaciones para todos, sin excluir a nadie.
\(*) Jefe de Prensa de la Confederación Argentina de Básquetbol