Brasilia. - El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y su eterno candidato Luis Lula da Silva parecieron capitalizar la crisis energética y las disputas al interior del gobierno para ponerse al frente en las encuestas de opinión, con miras a las elecciones presidenciales del próximo año. Esas encuestas muestran en forma coincidente al ex líder sindical como el hombre que aglutina, por lo menos, el 32% de las preferencias electorales, pese a que su partido aún no lo ha ratificado como su candidato.
Lula ya fue candidato peteísta en las últimas tres elecciones, en las que fue derrotado por Fernando Collor de Mello (1989) y por el actual presidente Fernando Henrique Cardoso en dos oportunidades, en 1993 y 1997.
"Lula ya inició su campaña en Brasil y en el exterior", con viajes a diversos Estados para tomar contacto con la población, y a China y Cuba, además de visitas programadas a Venezuela, Perú, Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania, advirtió el analista de la radio CBN, Gilberto Dimenstein.
Otro analista, Alexandre García, señaló que las recientes encuestas muestran "una capitalización del PT sobre la base de los problemas que afectan al gobierno y que hicieron caer la popularidad de Cardoso: la crisis de energía eléctrica, la caída del real frente al dólar, el gradual incremento del costo de vida y las acusaciones de corrupción a algunos líderes del gobierno".
El oficialismo, sin candidato
Además, Cardoso y su gobierno aún no encontraron al candidato que pueda garantizarles retener el poder, luego que el favorito ex gobernador de San Pablo, Mario Covas, falleció víctima de un cáncer, en marzo.
A 15 meses de las elecciones, la encuesta del Instituto Brasileño de Investigación de Opinión Pública y de la red de televisión Globo coloca al potencial candidato del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) de Cardoso, el ministro de Salud, José Serra, con apenas un 2% de la preferencia electoral.
La mayor sorpresa en el escenario político es el populista gobernador de Río de Janeiro, Anthony William Garotinho Mateus Oliveira, de 41 años, en segundo lugar, por encima del ex presidente Itamar Franco, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, y de Ciro Gomes, del Partido Popular Socialista, de acuerdo con una encuesta ordenada por el propio gobierno.
Las elecciones presidenciales en Brasil se realizarán el primer domingo de octubre de 2002, pero los partidos ya comenzaron a buscar candidatos, además de elaborar programas que les permitan captar la mayor cantidad de votos de los aproximadamente 100 millones de electores.
El PMDB, pieza clave
El PMDB, de la coalición de Cardoso, está inmerso en una discusión interna que se definirá el 9 de septiembre en una convención que decidirá si Franco (que gobernó en 1992-1994) será su candidato. La proclamación de Franco marcaría la salida de su partido de la coalición oficialista, ya que es un declarado opositor de Cardoso.
Para García, todo muestra que el próximo presidente de Brasil solamente será elegido en una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos con mayor votación en la primera ronda, lo que les exigirá a ambos una gran capacidad de concertar alianzas con partidos de izquierda y de derecha.