cartas

En el día de la amistad

La verdadera relación amistosa no alienta ni apetitos, ni pasiones, ni mistificaciones de ninguna laya. El desinterés es su bastión esencial, su "leit motiv". Se observa que su vigencia ha disminuido sensiblemente en países del orbe inquieto y cambiante, y también entre nosotros los argentinos. Cuando la auténtica amistad extiende sus alas de oro, debieran quedar sepultadas las malas ideas, los proyectos descabellados, los falsos sentimientos, las abundantes y venenosas mentiras, las intolerables injusticias, los crueles desengaños y las locas ambiciones que atosigan a tantos seres humanos. Entonces sí que tendría que privar la felicidad cabal como verdad lúcida e incontaminable. No es utópico lo que siento y expreso sin ambages, como un férvido desideratum para que impere un mundo mejor, pletórico de justicia y humildad y sin rencores, para que triunfe definitivamente la verdad, la amistad y el amor acendrado entre semejantes.
Felipe Zeinstejer