Washington. - El presidente estadounidense, George W. Bush anunció ayer una serie de medidas para incrementar la presión contra el régimen de La Habana. "Las sanciones que aplica EEUU contra el régimen de Fidel Castro no son una mera herramienta política, sino una posición moral", afirmó Bush. Las medidas apuntan a aplicar estrictamente restricciones en vigor a los viajes y al envío de remesas a la isla, fortaleciendo las emisoras anticastristas Radio y TV Martí, y ampliando el respaldo a los disidentes.
Además de las nuevas medidas, Bush pidió al Departamento del Tesoro que redoble la vigilancia sobre las misiones humanitarias y de intercambio cultural con Cuba para asegurarse que no son una forma encubierta de turismo, que está expresamente prohibido para los ciudadanos estadounidenses. Dijo que las sanciones "no son solamente una herramienta política, sino una declaración moral".
Bush precisó que solicitó al Departamento del Tesoro "fortalecer y ampliar" las oficinas encargadas de aplicar las sanciones en vigor contra La Habana. "Es importante que mantengamos y hagamos aplicar la ley en la mayor medida posible para impedir viajes excesivos y sin licencia, aplicar las limitaciones a las remesas y garantizar que los intercambios culturales y humanitarios llegan realmente a activistas en favor de la democracia en Cuba", dijo Bush. Indicó que por otra parte EEUU "ampliará su respaldo a los activistas de derechos humanos y a la oposición democrática" y otorgará "fondos adicionales para las organizaciones no gubernamentales que trabajan con programas prodemocráticos en Cuba".
Por último, el mandatario estadounidense anunció que había encargado a Salvador Lew, al frente de la Oficina para las Emisiones hacia Cuba, "utilizar todos los medios disponibles para superar las interferencias contra Radio y TV Martí", emisoras anticastristas que transmiten programas hacia la isla desde EEUU.
El gesto de Bush tiene como por objetivo apaciguar por adelantado las críticas de los cubanos norteamericanos la semana próxima, cuando el gobierno postergará una vez más la entrada en vigencia de las normas que permitirían a ciudadanos norteamericanas demandar a Cuba por los bienes confiscados por la revolución después de 1959.
"El comunismo desapareció"
Según el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, "Bush cree que es importante promover la democracia y la libertad en todos lados y que, mientras el totalitarismo y el comunismo desaparecieron del mapa, quedan todavía algunos puntos del planeta donde ellos permanecen". "Y Cuba es uno de ellos", dijo Fleischer en referencia al gobierno comunista de Castro, uno de los "enemigos número uno" de la política exterior de Washington.\Para la semana entrante se prevé una decisión de Bush sobre la entrada en vigencia del capítulo tres de la ley Helms-Burton de embargo económico contra Cuba. La norma establece el derecho de los ciudadanos estadounidenses afectados de entablar causas contra Cuba por los bienes confiscados tras la asunción de Castro al poder.