cartas

En nombre de Ernesto

Es esta una carta demorada o postergada por circunstancias que no podríamos explicar. En el mes de octubre del año pasado tuvimos un duro golpe en nuestra familia, porque el pequeño Ernesto, de seis meses y medio, fue víctima de los estragos de una bacteria agresiva que daño casi todos los órganos vitales de su cuerpo. Vivimos los 16 días de su internación en terapia con mucha angustia y desesperación por la gravedad del caso pues estuvo varias veces al borde de la muerte. Pero tal como sucedió en "El hombrecito del azulejo", de Mujica Lainez, no ocurrió lo temido; después de esos días tormentosos Ernesto pudo pasar a la sala y felizmente a nuestro hogar para iniciar su recuperación, que hoy podemos decir es total. ¿Un milagro? Sí, no tenemos dudas de que Dios nos concedió lo que suplicábamos en nuestros ruegos y los de tanta gente que se unió a nuestras intenciones. Ese milagro divino no fue obra de la casualidad o la suerte. Tiene sus artífices terrenales, ellos son los médicos y enfermeras de terapia intensiva del Sanatorio de Niños de Rosario que actuando con un profesionalismo impecable lo hicieron posible.
Familia de Ernesto Lardelli