Una vez más se desató una feroz guerra en la noche rosarina y la polémica pone a la Dirección de Registración e Inspección en la mira. Ahora, un grupo de propietarios de bares nocturnos denunciaron la existencia de "una campaña orquestada desde la Municipalidad con el fin de perseguir a los empresarios y sancionarlos en forma incorrecta con multas que nunca bajan de los 700 pesos". Como si esto fuera poco, dos bolicheros hicieron pública una lista negra en la que determinados bares son "amparados" por los inspectores municipales, mientras que otros sufren duras sanciones en cada operativo nocturno. Esta situación provocó la presentación de recursos administrativos contra el Ejecutivo, solicitando la desestimación de las actas.
Las escandalosas inspecciones del ex jefe de espectáculos nocturnos Julio Occhi (que motivaron su procesamiento judicial por solicitar coima a los bolicheros) parecen no haber acallado el conflicto en la movida rosarina.
Ayer Rubén Hernández, el propietario de un bar de Rioja al 2300, y Germán Delgado, dueño de un local en Avellaneda al 1100, se decidieron a patear el tablero.
"Hay boliches protegidos políticamente y otros que no", denunció Hernández, quien dijo que en la Dirección de Registración e Inspección se montó "una persecución constante contra bares cuya clientela es gente humilde que tiene derecho a divertirse".
Acto seguido, Delgado desenfundó "la lista negra de los bares" y la de "aquellos amparados por el control municipal".
Con la lupa
Ambos empresarios detallaron a La Capital las irregularidades que presentan los locales protegidos y que aquí se detallan: \* Light (España al 800): "No tiene cocina, ingresan 700 personas (incumple el factor ocupacional) y bailan hasta las 6".
* Lennon (Balcarce al 800): "Nunca fue clausurado, no tiene inspecciones, siempre origina tumultos en la calle".
* La Casa del Bajo (Belgrano al 500): "Se vanaglorian de contar con la amistad del señor intendente".
* Zeppelin (Wheelwright entre Italia y España): "De jueves a domingo se ofrece un amplio repertorio de recitales muy ruidosos y obras de teatro sin habilitación".
* El Refugio (Alvear al 100 bis): "Lugar concurrido por una cantidad enorme de personas que los señalan como el único boliche bailable para gente gay, la cual baila tranquilamente hasta las 6 de la mañana".
* Berlín (pasaje Zabala entre Mitre y Sarmiento): "Ofrece obras de teatro y musicales sin permiso. Usa un sótano".
* Chiringo (Dorrego al 1000): "No se controla el factor ocupacional. El lugar fue agrandado y se desconoce si posee el famoso plano final de obra. Parece un bar, pero tiene una enorme pista de baile con luces psicodélicas, prohibidas al resto de los bares".
* Soho (Alvear y Salta): "Desbordado de gente y con autos en doble fila. Tiene iluminación baja, que es causa de clausura. Su sonido es ensordecedor".
* Pacific (Wheelwright y Rodríguez): "Publicita fiestas con disc-jockey por radio y usa equipos de sonido voluminoso. También causales de clausura".
* Open Pringles (Córdoba y España): "Nunca sufrió controles municipales".
* Fata Morgana (Tucumán al 1180): "Bailan hasta las 6 de la mañana".
* Salamanca (Tucumán al 1000): "Descontrol absoluto en la calle y dentro del local, a diferencia del Bar Fénix, tres veces clausurado. ¿Será que ser el hijo de un funcionario que investiga los sumarios administrativos municipales le dará algún privilegio al dueño?".
* Luna (Tucumán al 900): "Históricamente se bailó y encima está en una planta alta. ¿Será por las conexiones políticas del dueño?".
* Sabor (Cochabamba y San Martín): "Presionado para denunciar a los anteriores inspectores nocturnos. El dúo de agentes Jiménez-Franco pasa por alto que el lugar abre sus puertas a las 4 de la madrugada y cierra a las nueve de la mañana, en perfecta sincronización con la misa que brinda su iglesia vecina".