| | Murió en Córdoba una niña que fue torturada Detuvieron a su tía, con la cual estaba viviendo
| El caso de la muerte de una niña de tres años, presuntamente por los castigos y torturas recibidos por una tía, conmovió a la sociedad cordobesa, en especial desde que se conocieron detalles del macabro episodio ocurrido en la Villa del Rosario, una localidad distante a 80 kilómetros de la capital provincial. La única detenida por la muerte de Aldana Soledad Andino, ocurrida el 5 de julio último en la Clínica del Salvador, es la tía de la niña, de 30 años. La mujer, que ejercería la prostitución en un ocal nocturno de la zona, se encuentra detenida en la cárcel del Buen Pastor, y ha sido imputada por la Justicia provincial del delito de homicidio calificado y agravado por la calidad de la víctima, figura que prevé la condena a reclusión perpetua. Según lo que pudo conocerse de la investigación que se lleva a cabo y de algunos testimonios, la mujer, oriunda de Santa Fe, se había instalado hace algún tiempo en Villa del Rosario. La imputada vivía en con uno de sus dos hijos, un varón de 7 años, en una casa alquilada. El dueño de la propiedad, Diego Tejera afirmó que la mujer pasaba largas horas fuera del hogar. En tanto, el mayor de sus hijos —de 14 años— reside en Santa Fe. La pequeña Aldana estaba al cuidado de su tía desde hace ocho meses, luego que su madre, residente también en Santa Fe, manifestara la imposibilidad de su crianza, por falta de recursos. Sin embargo, una fuente judicial no descartó que la pequeña ya habría recibido castigos desde antes de estar al cuidado de su tía. El calvario de la nena comenzó a tener su epílogo trágico en los últimos días del mes pasado, cuando su tía llamó a la pediatra Patricia Guzmán, para que la viera a Aldana, "muy lastimada por los golpes recibidos, aparentemente luego de caerse de una bicicleta", comentó ayer la médica, según los argumentos de la tutora. "Cuando la revisé, me di cuenta que no eran golpes de ese origen", comentó Guzmán, pues "tenía heridas y quemaduras en todo el cuerpito, aparentemente estas últimas producidas por cigarrillos encendidos". La profesional indicó que "algunas de las marcas no eran recientes, por lo que se supone que era víctima de torturas desde hace un tiempo. Además presentaba traumatismo de cráneo, fracturas en ambos brazos, pérdida de cabello y lesiones en los ojos".
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