La Nación quiere sumar otras provincias a su plan para reducir el gasto

La estrategia apunta a sumar a Santa Fe y Córdoba, entre otras. Mercier asegura que no hubo contactos

El gobierno nacional diseñó el fin de semana un nuevo plan de ajuste de mil millones para provincias, entre ellas Santa Fe, que quedaron afuera la semana pasada del recorte del gasto público por 1.600 millones, el cual involucró sólo a una docena de jurisdicciones.
El ministro de Hacienda provincial, Juan Carlos Mercier, negó ayer que hayan existidos contactos con el gobierno nacional para reducir el gasto público en otros mil millones entre las 12 provincias que no firmaron la semana pasada.
Santa Fe, Córdoba y Santa Cruz, están en la mira del equipo económico de Domingo Cavallo. La estrategia fue diseñada por el viceministro de Economía, Daniel Marx, luego que la gira del ministro por Europa no diera sus frutos por conseguir financiamiento para el gasto público.
Mercier señaló ayer que "por el momento" no había recibido ningún llamado del gobierno nacional para sentarse a conversar. La posición del Ejecutivo provincial es que la Nación "cumpla alguna vez" con los acuerdos pactados, señaló una alta fuente del gobierno santafesino en referencia al desaire que sufrió el gobernador Carlos Reutemann a fines de junio con el préstamo del Banco Mundial por 330 millones de dólares y el incumplimiento en los pagos para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones provincial, entre otros puntos.
El borrador del nuevo ajuste, que fue supervisado por el jefe de Gabinete Chrystian Colombo, contemplaría un compromiso del Tesoro nacional a girar un tercio de los fondos que las provincias necesitan para equilibrar sus cuentas; las provincias se comprometen a realizar un recorte en sus gastos en otro tercio; y Economía se compromete a conseguir crédito para las provincias por el tercio restante de sus déficits.
Para poder realizar los giros a las provincias, el número dos de Economía elaboró un proyecto para la conformación de un fondo fiduciario que permita dar financiamiento extra a los gobiernos provinciales. Como contrapartida, los gobernadores deberán hacer recortes en el gasto público y aceptar el control de sus gestiones por medio de auditorías encargadas al sector privado.
Según la idea del gobierno nacional, con este plan se buscará garantizar los sueldos de los empleados provinciales hasta fin de año. También la reducción de los beneficios en los regímenes especiales de jubilación y los salarios del personal jerárquico en la administración pública, así como la caja política que los gobernadores utilizan para sus campañas.
A diferencia de otras negociaciones, el gobierno nacional acordó la semana pasada un acuerdo similar con otras 12 provincias, entre ellas Buenos Aires, quien detenta casi el 50% del total de los déficits provinciales. El gobernador Carlos Ruckauf pactó ajustar el gasto bonaerense en 500 millones de dólares para lo que resta de 2001.