Las reformas impositivas dispuestas por el gobierno para el sector automotor en el marco del plan de competitividad ya dio sus primeros resultados. Los autos cero kilómetros efectivamente bajaron sus precios aunque no en la magnitud que había pronosticado el equipo económico, que esperaba recortes de hasta el 20%. En la práctica, la rebaja promedio de los precios de lista de las terminales osciló entre el 5% y el 11%. Los recortes más pronunciados se dieron en los vehículos más económicos (segmento A) que acusaron rebajas de hasta el 20 por ciento en algunos casos, revelando que la preocupación mayor de las terminales es recuperar volumen. De todas formas, los cambios ya influyeron en el estado de ánimo del mercado y se dio un leve aumento de las ventas durante el mes de junio respecto de mayo. Pero, es preciso aclarar que mayo fue un mes tan malo que no costó mucho superarlo. En lo que hace a la comparación interanual, las ventas y la producción cayeron estrepitosamente. En las concesionarias esperan que los efectos se sientan con mayor fuerza en julio. "La llegada de los descuentos a los concesionarios significó un incremento en las consultas por parte de los potenciales compradores, y muchas de ellas se transformaron en operaciones concretas", indicó en declaraciones a la prensa el titular de Cámara del Comercio Automotor de la Argentina, Guillermo Dietrich. Sin embargo, el cambio del comportamiento de los clientes lejos estuvo de ser una catarata de compras. El problema fundamental sigue siendo el temor a endeudarse por la incertidumbre reinante en torno al futuro de la economía argentina. De observar las listas de precios de las terminales antes y después de las medidas, resulta que el segmento de los vehículos más económicos es el que sufrió las mayores rebajas. El Ford Ka, por ejemplo, fue el único auto que bajó más del 20% su precio, pasando de 11.990 pesos a 9.490, casi un 21%, lo mismo que el VW Gol 1.0. El Renault Twingo es un 19% más barato, luego de pasar de 12.381 a los 9.995 pesos de ahora. Por su parte, el Chevrolet Corsa en su versión 1.600 cc y el Fiat Palio acusaron descuentos que oscilan rozan el 15%. El cóctel de medidas del gobierno tocó una serie de impuestos que afectan directa o indirectamente al precio final de venta, y además se modificaron los aranceles de patentamiento y registración. Antes, sacar un vehículo a la calle implicaba desembolsar alrededor del 5% del precio del auto, mientras que ahora no supera el 1%. Además, hay una importante medida que fue anunciada hace un par de semanas, pero que aún no se implementó: la eliminación del impuesto del 10% que pesa sobre los vehículos gasoleros, un gravamen en vigencia desde la gestión de Roque Fernández en el Ministerio de Economía. Por esa razón, los precios de los autos gasoleros siguen en suspenso y las terminales prefieren esperar para publicar nuevas listas. Una pregunta que surge de la comparación de las listas de precios viejas y las nuevas es porque las rebajas no alcanzaron las cifras vaticinadas por Economía. La respuesta desde las terminales es que buena parte de esas rebajas ya venían siendo absorbidas por las fábricas a través de bonificaciones especiales, como para tratar de mantener la actividad. De todas formas, comprador que vaya a una concesionaria con toda la plata en la mano -una rara avis desde hace tiempo- puede conseguir descuentos adicionales. Si estos cambios son suficientes para reactivar el mercado automotor local, por lo menos a niveles aceptables, es un interrogante que se develará en pocas semanas. Hace pocas semanas, un alto ejecutivo de Fiat Auto apuntó que el problema en la Argentina es "la desconfianza de los clientes y no tanto los precios". Y la confianza es un activo que escasea.
| Las reformas impositivas recuperaron el mercado. | | Ampliar Foto | | |
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