El estudio jurídico del padre del síndico general de la Nación, Rafael Bielsa, fue blanco ayer de un atentado incendiario. El ataque, perpetrado a sólo media cuadra de los Tribunales rosarinos (Balcarce al 1400), no provocó víctimas ni daños importantes, fue denunciado por el propio jefe de la Sigén, quien desde la Capital Federal aseguró a La Capital que la acción intimidatoria "no fue para mi padre, sino para mí".
Según averiguó este diario de distintas fuentes, alrededor de las 0.30 de ayer manos anónimas rompieron el vidrio de la puerta de entrada del estudio y arrojaron en su interior una bomba tipo molotov. El parte oficial de los Bomberos Zapadores, que concurrieron a sofocar el principio de incendio tras recibir (a las 0.41) un alerta telefónico, precisó que el fuego "se originó en el ingreso del local, afectó una mesa de escasa dimensiones, papeles y una computadora". Una fuente cercana a la investigación consideró que "el hecho fue intencional".
"Me parece que es un paso de una escalada", confió ayer Bielsa en referencia a la serie de amenazas que viene sufriendo. El síndico y hermano del técnico de la selección nacional de fútbol recordó que a fines del año pasado, tras postergar imprevistamente un viaje a Rosario, un llamado telefónico anónimo le aseguró a su madre que él había muerto en un accidente automovilístico. Por esa época recibió un croquis con un supuesto plan para atentar contra su vida, donde abundaban datos que solo él conocía, como los números de registro de su arma y el de la tarjeta verde de su auto. Incluso le dieron detalles tales como la esquina dónde ocurriría, la cantidad de móviles y personas que participarían y el plan de escape.
"La metodología se fue incrementando", comentó ayer, "ahora le ponen una bomba a un señor de 76 años", pero "si piensan que me van a hacer temblar una pestaña, ya van a comprobar cuántos pares son tres botas", desafió Bielsa, y agregó: "Que lleven (la embestida en su contra) al terreno que quieran".
Sin sospechosos
Luego de aclarar que no tiene sospechas sobre quién puede ser el autor del atentado -"ser síndico no es el mejor lugar para ganar amigos", deslizó-, dijo sentir mucha "indignación". Luego agregó un dato sugestivo: "Me parece muy sofisticado que alguien de Buenos Aires vaya a Rosario a tirar una bomba" e insistió en que por su actividad "hay muchas personas que pueden estar enojadas" con él.
Según comentó, todavía no se pudo hacer una evaluación de los daños provocados por la bomba, pero aclaró que concurrieron al lugar efectivos policiales y bomberos, quienes realizaron los primeros relevamientos de los daños. Según los bomberos, para el atentado -al que calificaron de intencional- se utilizó "una botella de plástico con líquido inflamable", que afectó el "hall de ingreso" del inmueble pero no llegó a afectar documentación ni las bibliotecas existentes.
Tampoco se encontraron dentro de la oficina o en las adyacencias inscripciones o panfletos que pudieran dar indicios de los autores del ataque.
El incendio fue detectado circunstancialmente por un vecino que -según pudo saber La Capital- apenas pasada la medianoche del viernes sacó a pasear una perra. Esa persona fue la que llamó a los bomberos, quienes -según el mismo testimonio- tuvieron que forzar la puerta para ingresar ya que el domicilio en cuestión no es utilizado como vivienda.
Rafael Bielsa es un constitucionalista de larga trayectoria judicial. Pertenece al Frepaso, y entre los pocos rosarinos que forman parte de la estructura del gobierno nacional es el que tiene el rol más relevante: síndico general de la Nación, organismo que tiene a su cargo el control de todas las áreas del Estado. Es especialista en informática aplicada al derecho y experto de la ONU en fortalecimiento institucional de la Justicia.