-¿Cómo llegaste a Sandro? -En 1998 tuve ocasión de conocerlo personalmente gracias a Nora Lafont. Un día me vio en el programa de Mirtha Legrand. Le caí simpático y como necesitaban un chico para hacer de canillita atorrante en su espectáculo me llamó. Para mí fue un elogio. -¿Pensabas que el debut en teatro sería en un show musical? -Ni lo soñaba. Aunque ya había hecho televisión no sabía lo que era pararme en un escenario ante 1.500 personas que gritan todo el tiempo y que es muy especial, no es público de teatro que se sienta a mirar una obra. Con Juan (Camero) decíamos: "Vamos a salir y nos va a tirar tomates..., sólo van a querer ver al maestro...". Por suerte la gente nos escuchó y lo tomó bárbaro. -¿El público te sigue identificando como el hijo de Panigassi? -Sí, la gente ya identifica mi cara con el nombre del Negrito. Fue un personaje hermoso y me encanta recordarlo. "Gasoleros" fue un programa que me encantó hacer. -Cómo descubriste tu vocación? -En el secundario era el que divertía al grupo. Imaginate que eran todos rubios y yo negrito si no le ponía humor me dejaban afueran si no decían al negro lo volteamos y se quedaban con las mejores minas. -¿Qué tipos de papeles preferís? -Me gustan todos los papeles pero por lo general me gusta volver a las fuentes del barrio o del pueblo: volver al carnicero, al verdulero que uno tiene. -¿Te criaste en un barrio? -Sí. Soy de Castelar, en la provincia de Buenos Aires. Me crié en la yeca con mis amigos y sigo tomando gaseosas en el quiosco. El hecho de ser famoso entre comillas no me cambió la forma de ser: sigo siendo un pibe de barrio que come panchos de parado en los bares. -¿Pensás que Sandro se fijó en vos por eso? -Nunca me puse a pensarlo ni lo hablé con él. Este, para mí, es un laburo como cualquier otro y repito la frase que dice Roberto: "No hay que comprar lo que uno vende". Cada palabra que el tipo dice para mí es un pedazo de vida. -¿Trabajar con él te agiganta el mito? -Creo que todavía no tomé conciencia de esto. En este momento mi cabeza es un grabador donde todas las noches estoy grabando todo. Laburo con Juan cada escena y cuando termina me pongo en el costado del escenario a mirar como el tipo canta, como se mueve. Soy una especie de espectador-actor. Estoy trabajando con el número uno y no me puedo perder un minuto de nada. Voy al teatro a las seis de la tarde y me quedo a mirar todo lo que pasa. Es una escuela impagable, no tiene precio. -¿Qué proyectos tenés para el futuro? -Cuando termine con esto arranco con Adrián (Suar) una tira. Cuando hablé con él me dijo: "Mirá que en enero arrancamos con una tira". En enero porque sería cuando baje "El sodero..." y arrancaría una tira de la que todavía no sé el nombre ni nada. Pero sería volver a la tele que a mí me gusta mucho. Creo que va a ser un policial, pero nada más.
| Santoiani debutó en teatro en El Círculo junto a Sandro. | | Ampliar Foto | | |
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