"Treinta días presos, secuelas psicológicas irreparables, un daño moral difícil de medir y el desprestigio de sus nombres son solo algunas de las consecuencias sufridas por una denuncia sin sustento y por fallas del sistema". La afirmación le corresponde a Juan Jorge Jaef, defensor de uno de los tres jóvenes que un año atrás fueron denunciados por violación por una promotora publicitaria. Ahora, la Justicia los sobreseyó definitivamente al no hallar prueba alguna que los vincule al caso.
La medida fue adoptada por la jueza de Instrucción número 5, María Luisa Pérez Vara, y alcanzó a Marcelo Daniel Camerlengo, Sergio Hugo Regina y Manuel Alejandro García, quienes quedaron definitivamente desvinculados de la denuncia.
El proceso se inició el 4 de julio de 2000 cuando Emilse G., por entonces de 22 años, sostuvo ante la Justicia que fue dopada en un bar céntrico y, después de ir a bailar a un boliche de la costa, llevada a una concesionaria de autos del macrocentro donde fue sometida sexualmente por uno de los acusados.
Según relató entonces la joven, estaba con una amiga en el bar cuando se acercaron a la mesa los muchachos que dijo conocer "por frecuentar el mismo boliche" y que en un descuido, uno de ellos le introdujo en su bebida una pastilla que la hizo sentir "distinta, tentada de risa".
Tras ello el grupo se fue a bailar a un boliche y Emilse reconoció que allí tomó una whiscola. Después su memoria se nubló y sólo recuerda algunos flashes de la noche. Entre ellos el viaje en una 4x4 hasta una concesionaria de autos, la presión de los muchachos para que bajara del auto e ingresara al local y la presencia de "un tipo tirado encima y los otros dos parados a los costados con sus genitales en las manos".
Nada comprobado
De acuerdo a la investigación judicial, que en un primer momento recayó en el juzgado de Instrucción número 2, de Alejandra Rodenas, y después pasó al de su par Pérez Vara, nada de lo que la chica denunció pudo ser comprobado. Por eso, sobreseyeron definitivamente a los acusados.
En su dictamen, la magistrada sostiene que tras practicarse diversas medidas, entre ellas careos entre los denunciados y la promotora, análisis químicos y forenses e inspecciones al lugar del hecho, no hay "prueba suficiente como para variar la situación procesal de los imputados".
Al respecto, el doctor Jaef manifestó que "todas las medidas adoptadas desnudaron la mentira de la denuncia" y comentó que en uno de los careos realizados, Emilse ingresó al juzgado y "saludó con un beso a dos de los muchachos que había acusado, como si nada hubiera pasado, para reconocer fuera de su testimonio que quiso denunciar a uno de ellos (García) y que los otros dos cayeron por arrastre".
Sin embargo, en la investigación quedó demostrado que Emilse tenía una relación sentimental anterior al hecho con García y que a los otros dos imputados los conocía por frecuentar los mismos lugares nocturnos. Así también que la promotora estuvo bailando con García toda la noche y que en ningún momento demostró malestar físico o anímico.
Asimismo, Jaef exhibió el resultado del análisis químico que se le hizo a la muchacha y que determinó que no había ingerido ningún tipo de sustancia sedante y/o excitante. "Sólo se hallaron restos de cafeína producto del consumo de café o algún preparado farmacéutico que lo contenga como la Cafiaspirina", dice el informe.
Otro dato que aportó la investigación tiene que ver con el momento después. Emilse se fue con su presunto violador a desayunar y éste la acompañó a su casa cerca de las 8.30 de la mañana.
Finalmente, Jaef manifestó que el delito que se les imputó a los tres jóvenes "le puede caber a cualquier persona y delata las fallas de un sistema que encarcela a gente sin que antes se compruebe su culpabilidad con todos los perjuicios gravísimos que eso causa a los privados de la libertad.