Jerusalén.- Un conductor israelí fue asesinado a balazos en Cisjordania y dos autos bomba estallaron en el centro de Israel ayer, al día siguiente de que tres militantes islámicos palestinos murieran por misiles lanzados por un helicóptero israelí. Es el peor brote de violencia desde que se implementó una frágil tregua mediada por Estados Unidos el 13 de junio. El enviado de la ONU a la región, Terje Larsen, quien usualmente se muestra optimista en cuanto al proceso de paz, esta vez estaba sumamente sombrío. "Los eventos de los últimos dos días demuestran cuán frágil es esta tregua, y todo indica ahora que no prosperará", dijo Larsen tras reunirse con el líder palestino Yasser Arafat. "Ahora es de una importancia increíble que todos los partidos involucrados se contengan", agregó Larsen. El conductor asesinado estaba cerca de la población árabe Baka al Gharbieh, en Israel, muy próxima a Cisjordania, según informes del ejército. Aún después que la tregua entrara en vigor, atacantes palestinos han disparado persistentemente contra conductores israelíes. Más de dos docenas de israelíes han muerto en tiroteos en carreteras en Cisjordania y la Franja de Gaza durante más de nueve meses de choques. Ayer a primera hora, dos autos bomba estallaron simultáneamente en la población central israelí de Yehud, ciudad constituida principalmente por trabajadores. Colocadas a unos 500 metros de distancia, hicieron volar las ventanas de los automóviles cercanos y provocaron daños a un edificio, pero nadie resultó herido. El Frente Popular para la Liberación de Palestina, facción radical de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP, el oficialismo palestino), se adjudicó la responsabilidad, señalando que era una represalia por el ataque del helicóptero. Los tres palestinos que murieron en el ataque con misiles, en el norte de Cisjordania cerca de Jenín la noche del domingo, eran miembros del grupo militar Jihad Islámica, responsable de numerosos atentados terroristas contra Israel. Aparentemente el auto en que viajaban iba cargado de explosivos. Uno de los tres militantes muertos, Mohammed Bsharat, era una figura prominente del Jihad Islámica y estaba en la lista negra de Israel, según funcionarios israelíes y palestinos. Unas 5.000 personas asistieron el lunes al funeral de los tres. Abdel Halim Izzedine, líder de Jihad en Jenín, dijo que el grupo ya no observará la tregua.
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