El ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró ayer que el gobierno nacional remitió a las provincias los fondos sociales comprometidos durante el último pacto federal y pidió a los gobernadores un nuevo esfuerzo para la reducción del gasto ya que "hoy no se consigue financiamiento para sostener las erogaciones contempladas en el presupuesto".
Cavallo abrió así las puertas a la discusión de un nuevo compromiso con las provincias, anticipando el tema central de la reunión que los mandatarios justicialistas tendrán hoy con el presidente Fernando de la Rúa.
Tras cortar el diálogo con la Nación por el incumplimiento en el pago de deudas, los gobernadores de la oposición tienen previsto reunirse hoy en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y luego asistir al encuentro convocado por De la Rúa.
El presidente; el ministro de Economía, Domingo Cavallo; el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el titular de la cartera de Interior, Ramón Mestre, recibieron ayer en la Casa de Gobierno a los gobernadores de la Alianza. Estuvieron Aníbal Ibarra (Capital Federal), Oscar Castillo (Catamarca), Angel Rozas (Chaco), José Lizurume (Chubut), Roberto Iglesias (Mendoza), Pablo Verani (Río Negro) y el interventor de Corrientes, Oscar Aguad. Asistieron, además, los vicegobernadores de Entre Ríos y San Juan y, como "extrapartidario", el mandatario neuquino, Jorge Sobisch.
Al término de la reunión de más de cuatro horas, en la que abundaron críticas de los gobernadores aliancistas a sus colegas peronistas, Cavallo ofreció una conferencia de prensa en la que aseguró que "con un día de atraso" se remitieron a las provincias 63,1 millones de pesos para gasto social.
De esta forma, "se cumplió con el total de las obligaciones acordadas para el primer semestre en el último compromiso federal", dijo el ministro. También sostuvo que "están a disposición de las provincias 178 millones de pesos en bonos, destinados a cancelar una deuda del año 99 relacionada con el Fonavi".
Dicho esto, remarcó que la deuda que la Nación tiene con las provincias asciende a 317 millones, lo cual "es casi equivalente a los compromisos de las gobernaciones con el Estado federal, por 331 millones".
El jefe del Palacio de Hacienda responsabilizó a Roque Fernández y su equipo económico por el aumento del gasto en los últimos años de la administración menemista y recordó que ese incremento se dio por el lado de las provincias. Citó el caso de Buenos Aires, que entre 1996 y 1999 aumentó sus gastos de 9 mil millones a 12 mil millones.
A renglón seguido, pidió a los gobernadores un nuevo esfuerzo para recortar erogaciones ya que "hoy no se consigue financiamiento para sostener el gasto público presupuestado".
En la misma línea se expresó el ministro del Interior, Ramón Mestre, quien aseguró que "hace falta un acuerdo político para bajar el gasto porque hasta el momento lo que hay son manifestaciones declarativas pero en los hechos no hay vocación de reducirlo".
Según se acordó ayer entre los funcionarios nacionales y los gobernadores aliancistas, cada provincia arreglará su situación en particular, a través de contactos con la Secretaría de Provincias.
El turno del PJ
Hoy, en tanto, será el round con los gobernadores peronistas, que la semana pasada habían "cortado el diálogo" con el gobierno. Tras en un encuentro que mantendrán por la mañana en la sede del CFI, se reunirán con De la Rúa a las 16 en la Casa de Gobierno.
El bonaerense Carlos Ruckauf, el pampeano Rubén Marín y el jujeño Eduardo Fellner adelantaron su presencia en el encuentro y su predisposición a "seguir ayudando" al gobierno nacional.
También, el gobernador de La Rioja, Angel Maza, se lamentó por "el incumplimiento de los preacuerdos firmados" con el presidente De la Rúa y anticipó que los mandatarios justicialistas "priorizarán los intereses del país" ya que, según dijo, "no estamos bregando para que De la Rúa termine antes su mandato".
La promesa del gobierno nacional de girar fondos de emergencia para que las provincias puedan atender sus obligaciones más urgentes descomprimió en alguna medida las relaciones con los mandatarios peronistas. El límite es la comprometida situación fiscal, enmarcada por un aumento del riesgo país por encima de los mil puntos, que inhibe la posibilidad de obtener financiamiento para el corto plazo.
La Ciudad
