Gustavo Conti
Mucho volumen de trabajo, poca charla, mucha exigencia, perfil bajo, entusiasmo medido. Acaso esas descripciones resuman perfectamente el primer día de trabajo de Newell's Old Boys de cara a la temporada 2001/2002, bajo la flamante conducción técnica de Juan Manuel Llop. La pretemporada arrancó sin expresiones ni demostraciones rimbombantes, quizás buscando en la contracción al trabajo un horizonte mejor para un club que no atraviesa sus mejores momentos. Ya se sabía que este nuevo ciclo arrancaría sin cuatro jugadores que en el último torneo alternaban la titularidad en mayor o menor medida, como Quintana, Cobelli, Reasco y Filippini. También, que hacía unos días prácticamente se confirmaba que Sergio Bernardo Almirón tampoco integraría el plantel. Y a ese mal de ausencias se le sumó otra notoria: la de Sebastián Cejas, quien dejó sorpresivamente el club (ver aparte) y no concurrió a Bella Vista a visitar a sus ahora ex compañeros, aunque sí lo hizo por la noche en la concentración de Ricardone. Si a eso se le agrega que pueden irse otros jugadores, entre ellos Damián Manso o Maximiliano Rodríguez (los más talentosos), que no vendrían refuerzos y que sobre el club pesa la convocatoria de acreedores (que no arrojaría una deuda muy importante), no es desmedido pensar que a Llop se le hará cuesta arriba responder a las pretensiones de los hinchas, que hace muchos años esperan una alegría grande. Pero el nuevo DT aceptó trabajar en ese contexto e indudablemente lo hizo porque tiene fe de que su primera experiencia profesional en el rubro pueda depararles satisfacciones, a él y al club. Llop fue expeditivo en su presentación. Charló brevemente con los jugadores en el centro de una de las canchas de Bella Vista y luego le dejó vía libre a su preparador físico Hugo Reinaudo para que tomara la conducción del entrenamiento matutino, que fue meramente físico. Dos horas y 20 minutos duró el primer trabajo, como para que no queden dudas de que las exigencias serán muchas. Trote, elongaciones, dos sesiones de abdominales, circuitos de saltos de aros y sogas, algunos ejercicios con uso de pelota y nuevo trote final matizaron el duro trajín matinal, que fue el prólogo para el entrenamiento vespertino, esta vez a cargo de Llop. Allí el técnico esbozó algunos trabajos tácticos, y hasta paró dos equipos de once con una idea de cuatro defensores, dos volantes centrales, un enganche y un delantero, pero esa idea no es definitiva ni mucho menos de acuerdo con las mismas declaraciones del técnico. Newell's comenzó una nueva etapa, con varias limitaciones a cuestas. En esa realidad, Llop y su reducido cuerpo técnico intentarán ponerle sello propio a un trabajo que sea capaz de volver a hacer ilusionar al hincha.
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