Lima. - Perú anunció ayer el retiro de su embajador en Venezuela, en respuesta a las declaraciones del presidente de ese país, Hugo Chávez, en torno al caso del ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos. La decisión del gobierno peruano se produjo luego que Chávez ordenó en la víspera el retiro de su embajador en Lima, detonando una crisis diplomática que podría agravarse, según analistas. "Con el acuerdo del señor presidente de la República hemos retirado a nuestro embajador en Caracas", dijo en conferencia de prensa el primer ministro y canciller peruano, Javier Pérez de Cuéllar.
Chávez acusó el jueves a Perú de haber actuado a espaldas del gobierno venezolano para montar una operación unilateral y atrapar al hombre más buscado de Latinoamérica. "Fuimos víctimas de una verdadera agresión verbal", expresó Pérez de Cuéllar, ex secretario general de las Naciones Unidas. En un mensaje en vivo transmitido por los canales de radio y televisión de Venezuela, Chávez calificó de "inamistosa" la acción de Perú con respecto al caso del ex asesor.
Montesinos, cuyo escándalo por corrupción terminó causando en noviembre la destitución del entonces presidente Alberto Fujimori, fue capturado el 23 de junio en Venezuela y dos días después fue expulsado a Lima. Pérez de Cuéllar, quien habló en el palacio de gobierno tras una reunión del gabinete del presidente interino Valentín Panigua, informó a la prensa que el embajador peruano en Venezuela, Luis Marchand, llegaría hoy al país. "Nosotros no respondemos a provocaciones. La reacción de Perú es una reacción firme, enérgica e inmediata", remarcó.
Las declaraciones de Chávez provocaron ayer -feriado en Perú por ser el día de San Pedro- una ola de indignación en la prensa y entre los analistas del país andino. "Payaso", tituló el diario La República, mientras Liberación dijo que "Chávez se cree el león de la Metro".
Según analistas, el retiro de embajadores abre una crisis diplomática entre Perú y Venezuela que deberá tratarse con mesura para no llegar a una ruptura de relaciones. "No se llegaría a la ruptura total de relaciones, pero podría llegarse a suspender las relaciones diplomáticas o dejarlas a nivel de relaciones consulares para hacerle sentir a Chávez las mortificaciones del Perú por sus declaraciones", dijo el ex embajador peruano Hugo de Zela.
Para Allan Wagner, canciller peruano durante el gobierno del ex presidente Alan García, Perú no hizo ningún tipo de intromisión en Venezuela en torno al caso de Montesinos. El ministro del Interior de Perú, Antonio Ketín Vidal, dijo el miércoles que una operación llamada "Jaque Mate", negociada con guardaespaldas venezolanos del ex asesor para entregarlo a diplomáticos peruanos en Caracas, fue interrumpida a último momento por agentes de inteligencia del gobierno de Chávez. "Hay que evitar que esto se convierta en una antesala de rompimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela", dijo Wagner a la radioemisora local RPP.
En tanto, el embajador de Estados Unidos en Lima, John Hamilton, intentó bajar el tono de la disputa al declarar a periodistas que "las dos versiones no son inconsistentes. Yo creo que esto es una cosa transitoria".
Toledo lamentó las fricciones
El presidente electo, Alejandro Toledo, lamentó este tipo de fricciones entre Perú y Venezuela y respaldó la decisión del presidente Paniagua. "No logro entender por qué Venezuela permite que lleguemos a este nivel... yo consultaré con el presidente Paniagua porque creo que es absolutamente necesario que coordinemos", dijo Toledo desde Madrid, antes de partir a París en el marco de una gira por varios países.
Montesinos, en tanto, uno de los artífices de la estrategia para erradicar la guerrilla en el país, pasó ayer su segundo día encarcelado en una prisión militar junto a los máximos cabecillas rebeldes.
La Ciudad
