El presidente Fernando de la Rúa desmintió la renuncia del ministro de Economía, Domingo Cavallo, al término de una jornada llena de rumores que agitaron el sistema financiero y provocaron una nueva caída bursátil y la suba del riesgo país, que cerró en 1.025 puntos. A la desmentida de De la Rúa se sumó el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, quien sonaba como eventual reemplazante de Cavallo.
El cortocircuito con los gobernadores peronistas, principal sostén político del ministro Cavallo, las dudas de los banqueros sobre la gobernabilidad y las declaraciones de Guillermo Calvo, jefe de economistas del BID, poniendo en duda nuevamente la posibilidad de que Argentina entre en cesación de pagos, dieron pie a las versiones, que desde el Palacio de Hacienda se atribuyeron a una nueva operación del grupo de economistas ortodoxos que resistió en su momento la salida de Pedro Pou del Banco Central.
Gobernabilidad es el nombre del temor que acusan por estas horas los referentes de bancos y casas de inversión, que son en definitiva los que deciden en gran medida el nivel de riesgo país. El tema lo puso en agenda el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Eduardo Escasany, al inaugurar la convención de banqueros, cuando se mostró preocupado por los piquetes y por las investigaciones judiciales sobre lavado de dinero, megacanje y tráfico de armas.
La interpretación sobre la debilidad política del gobierno se completó con las quejas oficiosas del ministro Cavallo respecto de la resistencia que encuentran sus proyectos en algunos despachos de la Casa Rosada y por la decisión de los gobernadores justicialistas de cortar el diálogo con el gobierno nacional, al que acusan de no cumplir con compromisos de pagos asumidos.
La frutilla del postre la puso Guillermo Calvo, economista ligado a la gente del Centro de Estudios Macroeconómicos (Cema), en el cual revisten archienemigos de Cavallo como Roque Fernández (quien esta semana habló en un acto de apoyo al presidente Carlos Menem) o Carlos Rodríguez. El ahora jefe de economistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que si el gobierno no baja el gasto público "podría tener en el futuro algunos problemas para pagar su deuda".
Fue el mejor argumento para que los inversores siguieran con la tónica de desprenderse de títulos públicos y acciones. El riesgo país llegó a ubicarse cerca de los 1.050 puntos durante la jornada, mientras que el índice Merval de la Bolsa de Comercio cerró con una baja del 1,8%. En el mercado financiero, las tasas tuvieron también un repunte.
Temprano, el ministro de Economía tomó contacto con su equipo de colaboradores para afinar una estrategia. Desde Washington, donde se reunió con funcionarios del Banco Mundial, el FMI y representantes de fondos de inversión, el secretario de Finanzas, Daniel Marx, cargó sobre las espaldas de los gobernadores el recrudecimiento de la desconfianza hacia la Argentina.
"Existe preocupación en los mercados internacionales en lo que hace a la unidad de los argentinos, especialmente en el rol que cumplen los gobernadores provinciales", dijo, y agregó: "Quieren saber si estamos todos en el mismo bote". En rigor, gobernadores "presidenciables" como el cordobés José Manuel de la Sota y el santafesino Carlos Reutemann se habían convertido en base de apoyo de Cavallo desde que asumió en el Palacio de Hacienda.
Pero ese idilio se rompió esta semana, cuando se convirtieron en protagonistas de una jugada de los mandatarios justicialistas para presionar al gobierno por el incumplimiento en el pago de deudas contraídas por la Nación y por el efecto negativo de las medidas económicas sobre la coparticipación.
El lunes habrá reunión
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el ministro del Interior, Ramón Mestre, convocaron a todos los gobernadores a participar el lunes próximo de una reunión para definir la "relación fiscal" entre la Nación y las provincias. En esa instancia, les presentarán un cronograma de pago de lo que le deben a los Estados del interior, golpeados por la falta de recursos públicos y la creciente presión social.
Algunos mandatarios, como el jujeño Eduardo Fellner, comprometieron su asistencia, pero otros, como el santacruceño Néstor Kirchner, rechazó las declaraciones de Marx y aseguró que "los gobernadores no son los culpables de la suba del riesgo país".
En la medida en que el panorama político se calienta de cara a las elecciones legislativas, sectores del establishment le meten presión a los hombres de la Casa Rosada. "Acá se rompió un esquema tácito de la conformación de una nueva alianza tras la asunción de Cavallo como ministro de Economía", dijo un analista de mercado respecto del cortocircuito con las provincias. El mismo comentarista señaló que "dos grandes bancos fueron los grandes liquidadores de títulos argentinos, se trata de las entidades encargadas de llevarle al ministro una propuesta para el lanzamiento de un bono destinado a proveer los fondos que el gobierno necesita girar a algunas provincias".
Desde el Palacio de Hacienda, un colaborador de Cavallo negó que estuvieran trabajando en la creación de un nuevo bono para las provincias, pero admitió que en el cortísimo plazo hay una necesidad de financiamiento de 400 millones de pesos.
Cavallo, que ayer participó junto a De la Rúa, del lanzamiento de un plan de competitividad para el sector gráfico, optó por no hacer declaraciones. El martes se irá a Europa para tratar con el presidente de Italia y el ministro de Economía de Alemania la incorporación del euro a la base monetaria argentina.