Año CXXXIV
 Nº 49.163
Rosario,
sábado  30 de
junio de 2001
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Las restricciones de los bancos ahogan empresas y agravan la recesión
El diputado Cavallero calificó de usureros a los banqueros. Cobran tasas de hasta un 60 por ciento anual

La restricción del crédito a las empresas y las elevadas tasas de interés que cobran los bancos en plena época de recesión están actuando como un círculo vicioso que amenaza en convertirse en un potenciador de esta situación de depresión de la economía argentina. Así lo consideraron fuentes de la city local, quienes cuestionaron la actitud de las entidades financieras que "obligan a las empresas a achicarse" en lugar de "convertirse en socios". De esta forma, "los problemas de flujos de fondos terminan siendo una regla del mercado". El diputado nacional Héctor Cavallero (PSP) arremetió duramente contra los bancos que operan en la Argentina al calificarlos de "usureros" por las altas tasas de interés que aplican para los préstamos tanto con destino al Estado como hacia las empresas.
El legislador cuestionó la actitud de los banqueros después de la convención anual de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) que se realizó esta semana en Buenos Aires, y en la cual tanto el presidente Fernando de la Rúa como el ministro de Economía Domingo Cavallo solicitaron a las entidades una reducción de los intereses para las deudas públicas.
"El gobierno en lugar de ir a pedir contemplaciones a los usureros debe aplicar las normas legales a su disposición", disparó Cavallero y cuestionó a Cavallo porque "no ha hecho nada para romper la cartelización de la banca sino que sigue adoptando medidas que benefician a los usureros y profundizan la recesión y la crisis generalizada".
Las altas tasas de interés no sólo es un tema que desvela al gobierno, el mayor tomador de dinero de la banca privada, sino también un problema que afecta a las empresas, que asisten a un sucesivo encarecimiento del costo del dinero y a una política de restricción de créditos.
Así lo revelaron especialistas del mercado local quienes explicaron que las empresas de primera línea están pagando entre un 20 y 22 por ciento de interés anual para líneas de treinta días en pesos, mientras que para las pymes los números ascienden a 36%, 48% y hasta un 60% anual.
Sin embargo, en el caso de las pymes, "la metodología más utilizada es el cambio de cheques, por lo que se está cobrando en el mercado local entre un 4 y 6 por ciento mensual", explicaron fuentes consultadas por La Capital.

Un pasaporte al fracaso
En medio de una recesión como la que está viviendo la economía argentina, los bancos adoptaron una política de restricción de crédito bajo la modalidad de aumento de tasas o de baja de cupos para los préstamos.
Como ejemplo mencionaron el caso de las empresas cuyos clientes entran en convocatoria de acreedores y ven estropeada su cadena de pagos. Ante esta situación recurren a los bancos y se encuentran con que la entidad en lugar de asistirlas con financiamiento, les recorta el cupo de crédito.
"De esta forma, están empujando a una empresa que no tiene la culpa de que quien le vende se concurse, a caer en la misma situación", aclaró la fuente del mercado. "Si los bancos no se ponen las pilas en prestar a las empresas con problemas de caída de ventas se van a perjudicar ellos porque serán responsables de su propia mora", explicaron los analistas locales.
"Las empresas atraviesan un serio problema de flujo de fondos y con esta política, los bancos las obligan a achicarse", reflexionó un analista local. Por caso, mencionó el ejemplo del sector de bienes de capital en la región que asistió en los últimos meses a una fuete demanda de sembradoras para la campaña de granos finos y en muchos casos no pudo satisfacer esos pedidos por la falta de financiamiento bancario. "Si una empresa es eficiente produciendo cinco máquinas y necesita producir siete tiene que pedir plata prestada. Sin embargo, si la tasa es tan alta como actualmente no conviene producir", explicó.
Los especialistas locales reconocieron que "crédito hay, sólo que a una tasa que hace inviable los negocios".
A la hora de los reclamos de los clientes, los gerentes de las entidades financieras se escudan en que se trata de normas que responden a las regulaciones que exige el Banco Central. "Cuando los problemas de flujos de fondos de las empresas terminan siendo una regla del mercado hay que darle una solución", remataron los analistas locales.



El diputado Héctor Cavallero le pegó duro a la banca.
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