Cuando aún no se acallaron los ecos por la poca afortunada embestida de algunos de los más cercanos colaboradores del presidente contra los humoristas que lo caricaturizan, Fernando de la Rúa abrió sorpresivamente otra discusión, de la que seguramente saldrá más golpeado que favorecido, al asegurar que su sueldo de 3.500 pesos no le alcanza para vivir.
Si bien la confesión (según el matutino porteño que la publicó ayer) se dio en el marco de una conversación informal, en la que también reveló que está vendiendo bienes personales para cubrir sus gastos familiares, las repercusiones fueron inmediatas por el impacto negativo que generó el tema en sectores políticos y sociales. A tal punto que el gobierno salió ayer a justificar la declaración presidencial.
El secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, consideró que "no es justo" que De la Rúa tenga dificultades económicas, mientras que el ministro del Interior, Ramón Mestre, opinó que el período actual "debe ser comparativamente donde las retribuciones de los funcionarios del Poder Ejecutivo son las más bajas de la historia".
En cambio, el titular del congreso nacional justicialista, Eduardo Duhalde, manifestó que "no es fácil de entender" lo declarado por De la Rúa, porque -agregó- creía que gozaba de un "muy buen pasar, de clase media alta".
De la Rúa le dijo al diario La Nación que sus ingresos "no le alcanzan" para cubrir sus gastos, como el mantenimiento de sus viviendas particulares o el pago de los salarios del personal que trabaja en ellas. También comentó que para enfrentar esa crisis "está vendiendo parte de sus acciones bursátiles, puso a la venta dos lotes en Capilla del Señor, en la provincia de Buenos Aires, y pidió préstamos a sus amigos".
El presidente ayer no quiso tocar el tema, pero cuando vio a la periodista que escribió la nota, quien se encontraba cubriendo un acto en la Casa Rosada, se tomó la cabeza y exclamó: "No se puede comentar nada".
Caro de mantener
Años atrás, cuando el actual ministro de Economía, Domingo Cavallo, declaró a la prensa que los 10.000 pesos que cobraba mensualmente no le alcanzaban para vivir generó una fuerte crítica de varios sectores, especialmente de los jubilados, cuyo haber mínimo no llega a los 150 pesos.
Si bien algunos integrantes del círculo íntimo del presidente consideraron desacertada las manifestaciones publicadas, Gallo salió a defender al primer mandatario. El funcionario, quien reconoció que gana 7.800 pesos mensuales, declaró que "no es justo (el aprieto económico de De la Rúa), pero estas son las realidad de hoy". Luego aclaró que ni el presidente ni los ministros "tienen un centavo de gastos reservados", y que la única dependencia que los percibe es la Secretaría de Inteligencia (Side).
Mestre se limitó a resaltar las magras retribuciones que perciben los funcionarios del Ejecutivo ("las más bajas de la historia", dijo), aunque no aceptó revelar el monto de su sueldo porque "no lo sé y no me preocupa". Por su parte, Patricia Bullrich sí informó lo que gana como ministra de Trabajo: 7.900 pesos, que -dijo- le alcanzan para vivir, aunque evitó referirse a la situación de De la Rúa.
Duhalde, luego de afirmar que cree que De la Rúa "tiene muy buen pasar, que es de clase media alta", reveló que importantes empresarios del Movimiento Productivo Argentino le aseguraron que "en una reunión que tuvieron con el presidente", éste formuló similares expresiones.
En un principio De la Rúa no quiso revelar al matutino la cifra de su sueldo como presidente, pero luego la escribió en una hoja en blanco: $ 3.500. "No quiero hablar de números porque siempre es mucho si se lo mira desde la óptica de los que no tienen trabajo", se excusó en un primer momento.
Además de su salario, De la Rúa tiene ingresos por regalías de una mina que explota junto a varios amigos y de la que posee el 10% de las acciones. No se reveló, sin embargo, el monto de esos ingresos.
De la Rúa asumió en diciembre de 1999 con un salario de 4.280 pesos mensuales, pero luego se lo redujo un 12% por un decreto que firmó para bajar los sueldos de los empleados públicos. Como parte de la reforma política para achicar los gastos del Estado, el lunes pasado anunció su decisión de reducir su sueldo a la mitad y de no percibir el medio aguinaldo.
Además, el 7 de este mes el presidente donó su sueldo de mayo a una religiosa que atiende niños pobres en Córdoba, según lo reveló la misma beneficiada, la monja Teresa Varela.
Para paliar su difícil situación financiera, se supo de fuentes inobjetables que De la Rúa había pedido al menos dos préstamos a sus amigos, uno por 5.000 y otro por 20.000 pesos. Uno de sus colaboradores más cercanos, quien pidió reserva de su nombre, aseguró que "a este paso el presidente se iba a ir de la Casa Rosada más pobre que Arturo Illia".
La Ciudad
