El productor agropecuario podría percibir un aumento de 3 ó 4 dólares por tonelada en el precio de su mercadería como consecuencia de los mayores ingresos recibidos por las exportaciones agrícolas a través de la aplicación del factor de convergencia. Así lo estima un análisis publicado en la última edición del Boletín editado por la Dirección de Investigaciones Económicas, en el cual se analiza el impacto en el agro de las últimas medidas anunciadas por el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Si bien se trata de un cálculo "hecho a partir de un panorama estático si considerar lo que ya se ha vendido de la producción ni la evolución diaria del factor de convergencia", el análisis es una aproximación al efecto de algunos de los puntos más significativos del nuevo plan económico. Así, mientras los productores primarios recibirían una mejora de ingresos cercana a los 200 millones de dólares por el diferencial exportador, también tendrían un sobrecosto de 50 millones por el aumento de precios de los insumos importados (agroquímicos y fertilizantes) y una erogación extra de 540 millones por el aumento del gasoil. La introducción del factor de empalme, un adicional calculado en base a la diferencia entre un dólar y el promedio de la cotización de un dólar y un euro en el mercado de Londres, implica una "mejora del precio interno que pagan los exportadores por los productos que envían al exterior, que no necesariamente se trasladan de lleno al valor percibido en el mercado doméstico". "Si creyéramos que el alza del tipo de cambio de la exportación se fuera a reflejar totalmente, significaría un valor de la producción en tranquera de 6.100 millones de dólares", más de 350 millones adicionales a los que recibirían sin el factor de empalme. Sin embargo, el informe aclara que "este tipo de alzas raramente se refleja en su totalidad en los mercados internos" y calcula que entre 3 ó 4 dólares por tonelada, neto de gastos de comercialización, podría ser la mejora en el precio percibido por los productores. Considerando los principales productos (trigo, maíz, sorgo, arroz, soja, girasol, maní, algodón y poroto) y sobre la base de las estimaciones de producción actuales y el volumen comercializable, "significa que el productor de los granos mencionados percibiría en tranquera poco más de 5.900 millones de dólares, frente a 5.700 millones que percibiría antes de las medidas". Por otro lado, el mismo factor de empalme encarece el costo de los indumos importados. Según señala el estudio, "en agroquímicos y fertilizantes el porcentaje de mercadería importada utilizada es alto, en el año 2000 el valor de mercado de ambos tipos de productos ascendió a unos mil millones de dólares". "Considerando el aumento que puede derivar de los productos importados en este rubro, podría haber un incremento de 50 millones de dólares debido al tipo de cambio para la importación", señaló. En este punto, el informe advierte que "para la producción de la campaña 2000/01, que está prácticamente cosechada, la compra de insumos fue efectuada bajo el anterior sistema, por lo que la mejora el precio percibido en el mercado doméstico tendrá que verse en el grano que se venda de aquí en más, en tanto y en cuanto el euro no se aprecie frente al dólar estadounidense". "Para la próxima temporada, la 2001/002, ya entrarán a compensarse entres sí los mayores precios pagados por los insumos importados y los mayores precios percibidos por los granos". El gran aumento del costo de producción viene por el lado del aumento del gasoil. "El campo ha utilizado unos 4.500 millones de metros cúbicos sobre 32 millones de hectáreas, lo que equivaldría a un valor del combustible de 2.200 millones de dólares; con el aumento del ITC este costo se elevaría a 2.750 millones de dólares anuales (540 millones de dólares más)", indica. El estudio recuerda por el decretado 802/2001 del PEN, el monto del ITC se aumentó en un 25%. Cabe recordar que los productores inscriptos en IVA y los transportistas de carga podrán descargar el 100% del impuesto a cuenta de IVA y hasta el 50% a cuenta de ganancias. Como conclusión, señala que "lo que se abre de aquí en más es un panorama en el que, además de fijarnos en los factores de oferta y demanda propios del mercado de granos, habrá que prestar atención además a los factores que afectan la situación monetaria de la Unión Europea".
| |