Año CXXXIV
 Nº 49.163
Rosario,
sábado  30 de
junio de 2001
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Nuevo parque nacional en Corrientes

El sistema de lagunas encadenadas por esteros, con islas flotantes y una variada flora y fauna, del noroeste correntino, pasó a ser el Parque Nacional Mburucuyá, con la sanción de la ley 25.447 del Senado de la Nación. La ley creó así una reserva natural de 17 mil hectáreas al norte de los esteros del Iberá, de una donación del abogado danés Troel Mindel Pedersen, tal como hizo el perito Francisco Moreno, con el primer parque nacional en la Patagonia.
En los islotes hay una vegetación selvática que sigue al río Paraná, mientas que en las orillas está la formación chaqueña con sus pastizales y tierra adentro se ven los espinales, una vegetación más seca y resistente a las sequías.
En la región ejemplares de quebracho blanco y colorado, alecrín, pindó, timbó y laurel, las palmeras Yatay y las cañas llamadas Tacuarazú.
En esa zona viven animales en peligro de extinción y también boas constrictoras, serpientes como la ñacaniná, cigüeñas, garzas y aves menos conocidas como el caraú, el tuyuyú y la espátula rosada, además del chajá y las gallinetas.
Allí también hay mamíferos como zorros pampas, hurones, zorro del monte, carpincho y guazunchos, y entre las aves el aguilucho pampa o caracolero, el gavilán planeador y pájaros como los congos, el federal, los dragones y los ramilleros.
El lugar posee una singular belleza, ya que en un marco de llanura, cruzada por pequeños brazos de agua, constituye la avanzada del sistema de esteros que abarca gran parte del centro de la provincia.
La vegetación es profusa y los caminos arenosos le otorgan una particular geografía que lo distingue del resto de esa zona.
El terreno fue donado en 1991 por el danés Troels Pedersen, fallecido el año pasado, quien vivió durante mucho tiempo en el lugar y constituyó allí un verdadero reservorio de flora y fauna, preocupado por conservar las condiciones naturales. En ese paisaje podrán vivir ahora sin ser atacados especies en peligro de extinción como el aguará guazú, el ciervo de los pantanos, el lobito de río, el loro hablador, el oso hormiguero arborícora y los yacarés overo y negro.
El titular de la Administración de Parques Nacionales, Marcelo López Alfonsín, dijo ayer que "este es el parque nacional número 34 que existe, en el que ya vive un guardaparque".
Con la creación del nuevo parque Mburucuyá, junto al parque nacional Copo, de Santiago del Estero; Los Venados de San Luis, aún en adquisición; Monte León en Santa Cruz, que será costero marino, y el parque nacional San Guillermo, de San Juan, se cumple con los proyectos comprometidos por la gestión anterior.
Estos cinco paisajes debían pasar a ser parques nacionales antes del 2003, por un convenio de Argentina con el organismo internacional Global Enviroment Facilities (GEF).
Respecto del Mburucuyá, López Alfonsín dijo que "Pedersen donó las tierras, en las cuales hay dos cascos e instalaciones de una estancia, donde se podrán dar en concesión algunos servicios, y pronto construiremos bicisendas para que se pueda recorrer".
"Es un lugar ideal para hacer ecoturismo -destacó- por los llamados senderos señalizados, con datos sobre la flora y fauna del lugar, por los que se pueden hacer caminatas".
El parque se encuentra 145 kilómetros al sureste de la capital provincial y cuenta con dos campings agrestes por lo que los visitantes se suelen alojar en la ciudad de Mburucuyá a 30 kilómetros. Desde la Capital Federal se puede llegar por la ruta nacional 12, y las provinciales 17 y 13, mientras que la 86 cruza todo el parque de este a oeste, detallaron voceros de Parques Nacionales.


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