Jerusalén. - El ejército israelí evacuará esta semana 15 puestos de avanzada no autorizados de los colonos judíos en Cisjordania, reiteró ayer el ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer. La decisión empeorará las relaciones entre el primer ministro Ariel Sharon y los colonos judíos, que se quejan de que el gobierno no hace lo suficiente para protegerlos contra los ataques palestinos. "Voy a hacer desalojar esos enclaves levantados de manera ilegal esta misma semana", afirmó Ben Eliezer a la emisora del ejército. Con ello, el político confirmaba el anuncio que hizo la víspera ante el comité de política exterior y defensa de la Knesset (Parlamento israelí), cuando dijo que había ordenado al ejército que evacuara 15 aislados puestos de avanzada de colonos judíos en Cisjordania, cuya seguridad no está garantizada. "No estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de que la gente sea asesinada en esos puestos", dijo.
Políticos de derechas, entre ellos el ministro de Seguridad Pública, Uzi Landau, protestaron inmediatamente por el anuncio de Ben Eliezer. Según Landau, el ministro de Defensa no está autorizado a ordenar la evacuación de ningún puesto de los colonos, y dijo que el asunto tendrá que ser discutido durante la próxima reunión del gabinete. El diario Yediot Aharanot informó que, desde que Sharon es premier, los colonos judíos han establecido 30 puestos de avanzada en territorio palestino.
El ejército endurece el bloqueo
En tanto, Israel fortificó ayer su cerco a la ciudad cisjordana de Hebrón tras un enfrentamiento que causó la muerte de un palestino, mientras Sharon se preparaba para sostener conversaciones en Washington con el presidente George W. Bush. La víctima, Mahmud Mumtir, de 15 años, resultó herido de bala en la cabeza durante un enfrentamiento entre soldados israelíes y manifestantes palestinos en el campamento de refugiados palestinos de Qalandia, Cisjordania, donde residía hasta hace seis meses. Algunos testigos indicaron que el ejército israelí colocó rocas y tierra para bloquear los alrededores de Hebrón, escenario de un fuerte enfrentamiento el lunes entre palestinos armados y colonos judíos y fuerzas israelíes.
La violencia ha tendido un telón de fondo sombrío para las conversaciones entre Sharon y Bush, el decimotercer día de un frágil alto al fuego mediado por EEUU, que está a punto de fracasar. Ocho palestinos y seis israelíes han muerto durante la tregua.
Sharon planteó una postura de no compromiso ante el plan estadounidense para detener la violencia que ha causado la muerte de 600 personas desde septiembre. "El gobierno de Israel no negociará la paz bajo la presión del terrorismo", dijo. Dijo también que la frágil tregua, pactada luego de la intervención personal del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, George Tenet, no está funcionando.
Los palestinos, a su vez, han criticado duramente a Israel por mantener bloqueos en la Franja de Gaza y en Cisjordania que resultan en realidad bloqueos económicos. Alegan que los bloqueos impiden a las fuerzas de seguridad palestinas reforzar el cese al fuego en esas zonas.
Sharon reclamó ayer a los palestinos la suspensión de la violencia durante diez días antes de aceptar un período de negociaciones, tras la reunión que mantuvo ayer con el presidente estadounidense en la Casa Blanca. "Quisiera dejar en claro que la situación debe estar totalmente tranquila y luego comenzaremos un período de 10 días. Si no ocurre nada (ningún hecho de violencia) en ese plazo, entonces empezaremos las negociaciones", dijo el premier a los periodistas, tras la reunión en Washington.
El presidente estadounidense, por su parte, se manifestó a favor de encontrar un camino pragmático para lograr la paz en Medio Oriente, encaminado hacia lo "realista y posible".
"Se trata de encaminarse hacia lo realista y lo posible", afirmó Bush, al remarcar que los avances serán "medidos en centímetros, no en kilómetros", figurando de esta forma el grado de dificultad que presentan las negociaciones entre israelíes y palestinos.