| | cartas Remises legales y de los otros
| La Municipalidad pidió hace más de un año al Instituto del Transporte de la Universidad de Rosario un estudio para determinar qué cantidad de remises y taxis eran necesarios para esta ciudad. El informe de dicho Instituto fue que sobraban remises en Rosario en proporción a la cantidad de habitantes. A pesar de ello y para descomprimir un conflicto decidieron otorgar 150 nuevas licencias y se comprometió la Municipalidad a erradicar los remises ilegales. Los mismos hasta ese momento eran 340. Pues bien, si se otorgaron 150 nuevas licencias se debería haber continuado el orden numérico correlativo, 341, 342. Pero no fue así, se comenzó a otorgar a partir del número 400, dejando una brecha de 60 números de la 340 a la 400. ¿Cuál es el motivo de esta determinación? ¿Será para que los colegas remiseros y taxistas se acostumbren a ver números altos que ya superan los 500? ¿Qué ocurrirá en el futuro con esa brecha de 60 que saltearon? Sólo me lo pregunto. Además y a pesar de los operativos de control urbano de la Municipalidad, los remises ilegales continúan incrementándose, las remiserías ilegales de Rosario y localidades vecinas distribuyen volantes por toda la ciudad. Es lógico, son las centrales de coches ilegales las que ganan dinero, y los que operan las unidades con tarifas bajísimas se van comiendo el vehículo en cuotas diarias, sólo subsisten, hasta que se funden y detrás vienen otros que también se fundirán. Tanto los remises y taxis legales están trabajando con una bajísima rentabilidad y tarde o temprano también quebrarán. El sistema está colapsado al máximo y afecta en gran medida a los colectivos del transporte urbano de pasajeros. El tema es quién le pone el cascabel al gato. Hugo Seminara
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