En el marco del curso internacional de la Asociación de Gastroenterología de Rosario, que se llevará a cabo pasado mañana y el sábado en el Círculo Médico, diferentes especialistas debatirán la posibilidad de implementar un Programa Nacional de Prevención y Detección Precoz de Cáncer Rectocolónico. El director del curso, doctor José Rojman, explicó a La Capital que dado que la enfermedad es potencialmente prevenible, se hace necesaria la educación de los profesionales involucrados y del público en riesgo. Para ello dijo que se debe hacer hincapié no sólo en la prevención primaria (cambios en la dieta, prohibición del alcohol y tabaco, ejercicio físico), sino también en el diagnóstico temprano.
"El programa de detección debe concentrarse en los mayores de 50 años en general, pacientes con historia familiar de cáncer de recto y colon y/o ginecológico, enfermedades rectocolónicas predisponentes, personas que hayan tenido pólipos o cáncer; y en aquellos con síntomas de alerta, como dolor abdominal, cambios en el ritmo evacuatorio, anemia crónica y sangre en materia fecal", expresó Rojman.
Para la concreción del programa se requieren la movilización de recursos públicos y privados; el asesoramiento de entidades profesionales, y un trabajo de los especialistas implicados.
Estos son algunos de los aspectos que se analizarán durante el curso de la Asociación de Gastroenterología, que cuenta con la adhesión del Hospital Provincial del Centenario, la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR y la secretaría de Salud Pública municipal. Como invitado especial asistirá el doctor John H. Bond, de la Universidad de Minnesota, uno de los principales especialistas mundiales en la implementación de programas de prevención.
Uno de los más frecuentes
El cáncer de recto y colon es uno de los más frecuentes en la especie humana. Aproximadamente 875.000 nuevos casos se producen anualmente en el mundo, de las cuales fallecen alrededor de 510.000 personas. Si bien los países desarrollados cuentan con el mayor número de casos, existe un aumento progresivo en Sudamérica y especialmente en áreas urbanas. Este cáncer ocupa el cuarto lugar en el mundo en cuanto a la ocurrencia de cáncer se refiere, pero en nuestro país se halla en tercer lugar, y en el caso de la mujer, en segundo lugar, detrás del cáncer de mama.
Este tipo de cáncer tiene la particularidad de desarrollarse a partir de un pólipo adenomatoso, una lesión benigna cuya transformación maligna puede involucrar un proceso de varios años, en forma habitualmente asintomática. Esta secuencia pólipo-cáncer, hoy ampliamente aceptada para la mayoría de los cánceres de colon y recto, provee un sustento práctico de enorme importancia para la prevención secundaria de la enfermedad que nos ocupa.
Existen también factores no ambientales que se relacionan con este cáncer, tales como la herencia y determinadas enfermedades rectocolónicas, en un pequeño pero importante grupo de individuos. En cuanto a la prevención secundaria se refiere, la anteriormente mencionada secuencia pólipo cáncer, con su largo período de tiempo en estadío de tumor benigno, posibilita que el médico intervenga con una práctica relativamente sencilla en la extirpación de tales pólipos, impidiendo su paso a degeneración maligna.
Es hoy aceptado universalmente el impacto que tiene esta intervención en reducir en un 75 a 90% los casos de cáncer.
Con respecto a las estrategias de detección temprana del cáncer de recto y colon, Rojman explica que una de las preguntas fundamentales es de qué manera aproximarse a los grupos en riesgo a fin de proveer un diagnóstico temprano, en etapa de curación.
Estrategias de detección
"Los estudios masivos de la población han llevado a implementar el test de sangre oculta en materia fecal como una posibilidad concreta de aproximarse al problema. Este estudio, ampliamente desarrollado por autoridades de salud en EEUU y varios países europeos, es de fácil aplicabilidad, de bajo costo, y logra reducir la mortalidad por cáncer en un 30-40%, gracias a la detección de pólipos y cánceres en estadíos tempranos. A pesar de los defectos de este test, el mismo tiene un impacto importante, ya que contribuye a concientizar a la población en el camino de detección del cáncer", enfatizó Rojman.
"Este test debería ser de aplicación anual, requiere una sencilla preparación previa, y está dirigido a las personas de más de 50 años de edad, de ambos sexos. En general, las autoridades están de acuerdo en que este test debería complementarse con la realización de un estudio endoscópico de recto y colon, o radiológico en su defecto, por lo menos cada 5 años a partir de los 50 años de edad", agregó.
El proyecto para implementar un Programa Nacional de Prevención y Detección Precoz de Cáncer Rectocolónico será también debatido en el Congreso Argentino de Gastroenterología a realizarse en septiembre en Mar del Plata.