Con la presencia del capitán Jorge Bermúdez, recuperado de un estado gripal, el plantel de Boca Juniors se entrenó ayer en forma intensa con vistas al encuentro de mañana ante Cruz Azul de México, en el partido revancha de la final de la Copa Libertadores de América.
No obstante, el entrenador Carlos Bianchi todavía no definió el equipo, aunque de no haber novedades de último momento, Marcelo Delgado entraría desde el comienzo y la duda estaría entre Walter Gaitán y Cristián Giménez.
El delantero Guillermo Barros Schelotto, recuperado del desgarro en la pierna derecha sufrido en el partido de ida por las semifinales ante Palmeiras, integrará el banco de los suplentes xeneizes.
Luego del trabajo que duró casi tres horas en el complejo de Casa Amarilla, el equipo compartió un asado, como es tradicional antes de un partido, que fue servido en el quincho ubicado a un costado de la piscina del estadio xeneize, y luego quedó concentrado en el Hotel Los Dos Chinos.
De acuerdo con los entrenamientos observados durante esta semana, Boca saldría con: Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Matellán y Clemente Rodríguez; Villarreal, Serna, Traverso; Riquelme; Delgado y Gaitán o Giménez.
La táctica que elegirá Bianchi para enfrentar a los mexicanos es aún una incógnita y el propio entrenador todavía no comentó nada a sus jugadores acerca de la formación que utilizará, aunque se encuentran recuperados de los estados gripales Serna, Bermúdez y Delgado.
También el volante Juan Román Riquelme, quien arrastraba una fatiga muscular, y el marcador lateral Hugo Ibarra, que padecía de un dolor en los isquiotibiales, trabajaron con absoluta normalidad.
Durante la práctica matinal, presenciada por más de doscientos aficionados, Bianchi ordenó a sus dirigidos la ejecución de centros desde la izquierda y derecha del ataque.
En un clima distendido, los jugadores efectuaron el entrenamiento, y hasta el propio técnico se dio el gusto de gastar algunas bromas con el lateral izquierdo Clemente Rodríguez, quien lucía unos botines nuevos, pero pese a ello, según Bianchi, no mejoró su rendimiento en los envíos aéreos.
Para concluir el ensayo, Bianchi hizo ejecutar tiros libres desde la media luna a todos los jugadores, y allí se pudo observar el buen momento por el que atraviesa el arquero suplente Roberto Abbondancieri, quien despertó admiración por las contenciones que realizó.
Concluido el trabajo, Bianchi se retiró hacia el complejo de Casa Amarilla, donde recibió a un grupo de visitantes llegados desde Francia.
Hoy, a partir de las 10, en el mismo escenario, el plantel xeneize efectuará su último entrenamiento, aunque se descuenta que los jugadores sólo realizarán algunos movimientos físicos sin demasiadas exigencias.
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La Ciudad
