La Argentina mantendrá el 30 por ciento de componente nacional en los autos fabricados en el país, más allá de que se libere la importación dentro del Mercosur. Así lo aseguró ayer el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, luego de reunirse con el ministro de Economía Domingo Cavallo. De la Sota aseguró que el acuerdo de libre importación "todavía no está terminado" y que Cavallo le garantizó que "la condición de 30 por ciento de producción nacional se va a mantener, ya que es una condición innegociable" A su vez, negó que en septiembre se liberalice el mercado automotriz y aclaró que se fijó esa fecha como tope para elevar propuestas tendientes a ese fin. "Esto trae tranquilidad a los trabajadores y los sindicatos vinculados a la producción automotriz, porque garantiza la continuidad de los empleos", destacó el mandatario mediterráneo, cuya provincia concentra el 40 por ciento del sector. El tema había generado malestar en el sector autopartista el cual teme que la liberación del comercio automotor con Brasil repercutió negativamente sobre los 70 mil puestos de trabajo que representa este sector en el país. En este sentido, el vicepresidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas (Adimra), Juan Carlos Lascurain afirmó que "gran parte de las empresas de autopartes ya han desaparecido y otras se han trasladado a Brasil a fabricar allí y en la Argentina sólo hacen la distribución". De la Sota reconoció que "el acuerdo con Brasil va a estar pensado para que se produzcan más autos y más autopartes y no para que caiga la actividad económica en ninguno de los dos países". Por su parte, el ministro de la Producción de Córdoba, Carlos Schiaretti, quien participó también de la reunión con Cavallo, explicó que "a partir de julio y hasta el 1º de septiembre se inicia una etapa de negociación" con los países del Mercosur, pero principalmente con Brasil, "para definir el nuevo régimen" del sector. El Ministerio de Economía anunció que a partir del 1º de septiembre comenzaría a regir este libre comercio, en lugar del intercambio compensado entre exportaciones e importaciones. Sin embargo, el propio embajador brasileño para el Mercosur, José Botafogo Goncalvez, negó la aprobación de parte de su país.
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