Más allá de que la mayoría de las grandes cadenas nacionales e internacionales ya desembarcaron en la provincia, una nueva ofensiva para limitar la radicación de este tipo de emprendimientos se puso en marcha en los ámbitos legislativos provincial y municipal.
Mientras en la Legislatura se debate el proyecto del diputado justicialista Carlos Bermúdez para imponer una alícuota adicional de ingresos brutos a los hipermercados, en el Concejo de Rosario tuvo despacho de comisión una iniciativa tendiente a limitar la radicación de las grandes cadenas, incluso las que desembarcan bajo el formato de tiendas de descuento. En Rosario, la comisión de Producción del Concejo, que preside Oscar Delgado, aprobó el proyecto presentado por el radical Rubén Rosa para limitar la radicación de hipermercados, megamercados y cadenas de distribución (modalidad bajo la cual se instalan los locales llamados hard discount).
La iniciativa está motorizada por el Centro Unión Almaceneros, la Cadena del Centro y diversas asociaciones que agrupan a pequeños y medianos comerciantes. En el debate de ayer estuvo el titular de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd. El funcionario observó algunos puntos del proyecto porque, señaló, podrían colisionar con la facultad constitucional que tiene el Estado nacional de legislar en materia de comercio interior. Sí admitió que desde los órganos municipales se pueden decidir normas más estrictas en materia de localización o distribución urbana.
El proyecto de Rosa define como grandes superficies comerciales a los establecimientos que ocupen en total un área superior a los mil metros cuadrados y como cadenas de distribución a los locales que realicen ventas minoristas y que pertenezcan a un mismo grupo económico.
En ese sentido, prescribe que las grandes cadenas no podrán tener más de un híper (entre mil y 5 mil metros cuadrados) o un megamercado (mayor a 5 mil metros cuadrados) dentro del ejido urbano. Por fuera de estas dos categorías, ninguna cadena de distribución podrá tener más de tres locales en la ciudad.
En todos los casos la habilitación del emprendimiento estará sujeta a la realización de un estudio de impacto socioeconómico por parte de la Universidad Nacional de Rosario y a la recomendación que surja de parte de una audiencia pública de la que participen representantes del sector comercial, vecinales y ciudadanos involucrados.
La norma recibió despacho de la comisión de Producción y ahora debe pasar por el filtro de las comisiones de Gobierno y Planeamiento.
En la provincia también
Paralelamente, en la Cámara de Diputados de la provincia ingresó el proyecto de Bermúdez que propone cobrar a las grandes superficies una alícuota adicional sobre la que pagan por ingresos brutos. Los recursos que se generen serán volcados a un fondo de reconversión minorista.
La iniciativa es motivo de estudio por parte del bloque oficialista. Al menos cinco legisladores justicialistas se dedicaron a analizar un borrador sobre el proyecto presentado por Bermúdez.
En los fundamentos del texto presentado por el diputado rosarino se señala que en Argentina la relación entre hipermercados por cada 100 mil habitantes es de 2,5; mientras que esa ratio en Alemania es de 1,5; en el Reino Unido de 1,3; en España 0,3 y en Italia 0,2.
Además, un informe del Indec relativiza la importancia de estos locales en la generación de empleo. Según las cifras oficiales, el sector empleaba a diciembre de 1999 a 89.183 personas en todo el pías, mientras que en el comercio tradicional la ocupación llega a 1.590.000 personas.