En las altas esferas del gobierno municipal se debate por estas horas la posibilidad de aumentar la tarifa del transporte urbano de pasajeros a 70 centavos. La idea se planteó ayer en una reunión que mantuvieron empresarios del sector y el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, y forma parte de un paquete que se completa con la disminución de franquicias, la posible creación de un tributo especial para subsidiar el transporte, y la disminución del precio del sistema de cambio justo. El mix tiene como objetivo atenuar el aumento del gasoil y el cobro del IVA al sector, medidas anunciadas la semana pasada por el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Lifschitz inicia hoy una ronda de consultas con los distintos sectores políticos del Concejo para buscar consenso. Algo es seguro. Empresarios y funcionarios municipales salieron ayer de la reunión con la certeza de que será muy difícil evitar que los anuncios de Cavallo impacten directamente en el precio del boleto. No obstante, Lifschitz esboza una suerte de deseo. "No está descartado que el gobierno nacional revea algunas medidas. El viernes estuve reunido con transportistas de Buenos Aires y ellos no descartan alguna revisión de los anuncios", indicó. Lo concreto es que por estas horas la esperada marcha atrás se diluye, y el secretario de Servicios Públicos comenzará a sondear los ánimos de los distintos bloques del Concejo para viabilizar un nuevo combo de medidas. Hoy ya tiene agendadas reuniones con el cavallerista Jorge Aseguinolaza, el radical Jorge Boasso y el justicialista Rubén Bermúdez. La idea es sumar apoyo al paquete acordado ayer con los transportistas y que incluye el aumento del boleto a "no más de 70 centavos, a pesar de que los empresarios plantean 75", admitió Lifschitz. El funcionario agregó que el mix se completaría con "una disminución de las franquicias y la creación de un tributo especial para solventar el transporte, que pagarían los grandes contribuyentes". Se agregaría además una posible reducción del precio del sistema de cambio justo (hoy vale un peso), con la finalidad de captar más pasajeros. "Esa es una idea que plantearon los empresarios, pero no nos convence demasiado", confesó Lifschitz. Desde el sector transportista, en tanto, el pedido suena cada vez con más fuerza. "Hay que prepararse para una nueva tarifa y el tema no puede dilatarse mucho", sentenció el presidente de la cámara que los nuclea, Nelso Manenti. Precisamente esa velocidad que pide el empresario comenzará a verse hoy, cuando los concejales empiecen a desfilar por el despacho de Lifschitz.
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