Desvinculan a un detenido de dos violentos robos

Fue acusado sin elementos de prueba por los asaltos a la empresa La Serenísima y el club Regatas

La tarde del 5 de junio pasado la policía irrumpió en la casa de Luis Molina y de repente el hombre quedó preso y acusado de dos resonantes robos: el asalto a la empresa de lácteos La Serenísima y el golpe al club Regatas Rosario, pese a que los únicos elementos que lo involucraban eran una campera, una moto y un par de vainas servidas que la policía secuestró en su casa. Dos semanas después fue desvinculado de ambos hechos, ya que en una causa ni siquiera llegó a figurar como imputado y en otra lo liberaron por la insuficiencia de las pruebas.
Luis Molina fue apresado en una humilde vivienda de Empalme Graneros el 7 de junio pasado, por agentes de la Brigada de Investigaciones. En su casa secuestraron una campera, una moto de alta cilindrada y municiones, bajo la presunción de que ese material estaría "relacionado con la causa judicial". Sin embargo, en ninguno de los dos hechos llegó a probarse la participación de Molina, quien con anterioridad había cumplido una condena en la cárcel de Coronda.
El primer asalto ocurrió el 11 de mayo, cuando dos delincuentes ingresaron a las instalaciones del Club Regatas Rosario, en la zona norte de la ciudad, y se llevaron más de 1500 pesos tras reducir a los empleados. El otro episodio ocurrió el 4 de junio y tuvo como escenario la empresa La Serenísima, de Santa Fe al 4600. Un grupo de seis delincuentes, uno de los cuales vestía uniforme de la firma, irrumpió en el lugar y se apoderó de más de 30 mil pesos en un golpe sincronizado.
En este último caso -que la policía consideró esclarecido con la detención de Molina- el acusado ni siquiera llegó a estar imputado. Las actuaciones por el hecho no llegaron al juzgado de Instrucción Nº 13, a cargo de Osvaldo Barbero, porque durante el allanamiento a la casa de Molina "no se secuestró material relacionado con la causa", según una fuente judicial.
En tanto, en la causa por el robo a Regatas que se instruye en el juzgado de Instrucción Nº 9, a cargo de Carlos Carbone, Molina recibió la falta de mérito porque el único elemento que lo incriminaba era la versión policial.
Las víctimas no reconocieron la campera de Molina como la que usaba el asaltante y tampoco lo vieron huir, ya que habían sido maniatadas. Por esta razón, no pudieron precisar si la moto secuestrada fue empleada en el hecho.