| | cartas Al fin una buena
| Mi nombre es Sebastián y soy un estudiante universitario que está cansado del pesimismo general en el que está envuelto mi hermoso país. Es por ello que les quiero contar "al fin una buena". Soy integrante de un grupo misionero católico de la parroquia Cristo Rey de Fisherton y en los últimos días hicimos un viaje solidario a las ciudades de Icaño y Tacañita en Santiago del Estero. Ver la alegría de la gente que donó materiales, alimentos y ropa, la paz que sentimos los miembros de nuestro grupo al entregar las donaciones y la felicidad de los pobres entre los más pobres al recibir apenas un par de zapatillas o un puñado de arroz, me lleva a pensar que en este país todavía se puede. Pero le estamos errando en el camino. Esperamos un falso despertar de los políticos cuando en realidad a nosotros, al igual que ellos, sólo nos interesa salvarnos a nosotros mismos. Y no es así. De esta vamos a salir todos juntos, ayudándonos y tratando de cumplir el principal mandamiento que Jesús nos dejó: "Amense los unos a los otros como yo los he amado". Sebastián José Muñoz
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