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Con las manos vacías

Como rosarina lamento mucho que un equipo de fútbol de la ciudad no haya sido finalista de la Copa Libertadores, pero como gran ñubelista que soy, me gustaría expresar mi opinión. Desde que Central pasó a los cuartos de final, sus simpatizantes festejaban de antemano el título de campeón, desmereciendo a Newell's y siendo nosotros víctimas de toda cargada. Se sintieron vencedores y dueños de algo que no les pertenecía. Entiendo que hayan hecho una buena campaña, pero en los noventa minutos de juego lo que más corre es la suerte. Por eso, a los centralistas les dejo un consejo: no se festeja el título si no se tiene la copa en la mano. Ahora, ¿con qué cara van a mirar a la gente? ¿No se dieron cuenta de que terminaron el campeonato como empezaron, con las manos vacías?
Noelia López