José M. Petunchi
Aunque oficialmente el acuerdo no está cerrado, el lunes próximo Juan José López se convertirá en el nuevo entrenador de Rosario Central. Una pequeña diferencia económica y la firma lo separan de su anhelo de hacerse cargo de la conducción del club. Las partes no quieren dar el acuerdo como concluido pero coinciden en que el próximo miércoles el Negro se hará cargo del plantel profesional canalla. Tras mantener una reunión de una hora y media en el bar Rock & Feller entre la plana mayor de la dirigencia canalla (integrada por el escribano Vesco, los vice Campagna y Fergusson, el tesorero Sauan, el protesorero Liberatti y el secretario Mascó) y López, que estuvo acompañado por su representante Rafael Baz y el Pinza Vidal, las caras de optimismo y satisfacción hablaban por sí solas. Si bien todos repararon en el detalle de que todavía faltaban limar "algunos detalles económicos" nadie se atrevió a sugerir que no se arribaría a un acuerdo. Si bien su entusiasmo por esta posibilidad se le dibujaba en cada mueca, tal vez la expresión más cabal de las ganas que Jota Jota tiene de ser DT de Central se pueden sintetizar cuando en varias ocasiones del diálogo se dirigió al tesorero Jorge Sauan, a quien le dijo "dale, que quiero venir", como pidiéndole un último esfuerzo para poder llegar a ocupar el banco que hoy más lo inquieta. El acuerdo sería por un año y la oferta de Central fue de algo más de 400.000 dólares por año para el cuerpo técnico, una cifra apenas inferior a lo que cobraba el Patón, además de un porcentaje por productividad. Pero Baz -el representante de Jota Jota- pidió algo más. Una diferencia que no pone en peligro el acuerdo. La historia proseguirá precisamente el domingo, cuando sus colaboradores, el Nene Emilio Comisso y el profesor Néstor Pedernera, ayudante y preparador físico, respectivamente, retornen de sus vacaciones en Cancún. Ahí López y Baz le expondrán todo lo hablado y posiblemente esa misma noche o a más tardar el lunes quedaría todo definido. En uno de los aspectos en que no tuvieron dificultades para ponerse de acuerdo fue en lo deportivo, porque después de haber estado a un paso de la final de la Libertadores, las dos partes saben que el hincha es exigente y que les pedirán resultados. Eso Jota Jota lo sabe y los directivos así se lo hicieron saber al argumentarle que el objetivo es pelear por el título y en segundo lugar por ingresar a una copa internacional y el Negro aceptó gustoso el desafío. "Estos jugadores ya han demostrado que están para cosas importantes", subrayó con optimismo. Entre los condicionamientos -que nadie aceptará oficialmente- que puso Jota Jota pidió la llegada de otro arquero (sería Buljubasich, ver aparte) y que continúen los uruguayos Canals y Vespa, además de Juan Antonio Pizzi. Otra de las cosas que hizo el Negro antes de desembarcar en Rosario fue hacer un sondeo para saber cómo tomaría el plantel su posible llegada como técnico, sobre todo teniendo en cuenta la afinidad que algunos referentes del grupo tenían con el Patón Bauza. Y la respuesta de parte del plantel, encabezada por uno de los máximos referentes auriazules, fue positiva, entonces los dirigentes decidieron seguir adelante.
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