Walter Palena
El gobernador Carlos Reutemann negó cualquier tipo de connotación política al llamado telefónico que le realizó al ex presidente Carlos Menem, quien cumple prisión domiciliaria en la quinta que posee Armando Gostanián en la localidad bonaerense de Don Torcuato, e insistió en que la situación procesal que afronta Menem debe ser resuelta en forma imparcial en la Justicia. La comunicación entre el Lole y Menem se produjo el domingo a la tarde y fue ventilada a la prensa por el vocero del ex mandatario, Federico Azzarini. Ayer, Reutemann confirmó la conversación, pero le restó implicancia política. "Fue un llamado de apoyo personal. No hablé en representación del gobierno provincial ni en nombre de todos los santafesinos", aclaró el Lole ante los periodistas en Rosario luego de participar de un acto donde entregó subsidios para escuelas. Reutemann dijo que su comunicación telefónica obedeció simplemente a un "acto de solidaridad" hacia una persona que está atravesando un momento muy complicado, y remarcó que él agradecería que lo llamaran si se encontrara en idéntica situación que el ex jefe del Estado: "Si a mí me llegara a pasar lo mismo, me gustaría que alguien me llame, porque debe ser un momento difícil". Menem fue acusado por el juez federal Jorge Urso de ser el presunto "jefe" de una asociación ilícita que se dedicó al contrabando de armamento a países en guerra y hace doce días que cumple arresto domiciliario en la casa de su amigo Gostanián. El gesto de Reutemann adquirió una relevancia importante en el entorno menemista, ante todo por los acontecimientos que se sucedieron en los últimos días. Cuando varios gobernadores y dirigentes justicialistas se reunieron la semana pasada en la Capital Federal para emitir un duro documento contra el gobierno, en el que calificaron a Menem de ser "un preso político" y reclamaron el "cese de las persecuciones", el Lole negó que haya mandado al cónclave un representante en su lugar e, incluso, desmintió la existencia de una carta donde justificaba su ausencia. Esto último motivó una leve polémica con el portavoz del encuentro y presidente interino del consejo nacional justicialista, Rubén Marín. El gobernador de La Pampa le mandó una copia de la carta que remitiera la Dirección de Ceremonial en la que se expresaba que Reutemann, por problemas de salud, delegaba su representación en el ministro de Gobierno y titular del PJ santafesino, Angel Baltuzzi. Pero ese pequeño encontronazo pareció saldarse con el llamado del domingo al propio Menem y sin intermediarios. Tomando distancia con las posiciones de Carlos Ruckauf, el Lole siempre trató de mantener una equidistancia con el menemismo, y siempre reconoció que el ex presidente fue quien lo introdujo en las lides políticas. Pero la diferencia es que la de Reutemann no es una lealtad a ciegas. Mientras el ultramenemismo insiste con la "persecución política", el gobernador santafesino resalta que es la Justicia la que debe decidir la inocencia o la responsabilidad que tuvo Menem en la venta ilegal de armas. Y ayer lo reiteró: "A pesar de que esto tiene diversas lecturas, considero que tiene que ser un tema netamente judicial".
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