Año CXXXIV
 Nº 49.153
Rosario,
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Keanu Reeves es el protagonista de "Dulce noviembre", que se estrena mañana
El actor, famoso por sus filmes de acción, apuesta a una comedia romántica junto a Charlize Theron

Fernando Toloza

La carrera de Keanu Reeves es desconcertante. Lo único seguro es que marcha. Cuando todo el mundo esperaba hace un par de años que hiciese la segunda parte de "Máxima velocidad", junto a Sandra Bullock, el actor rechazó la idea y apostó por "El abogado del diablo", una película que tuvo muy buena respuesta de parte del público, mientras la secuela del filme de acción se convertía en un gran fracaso. Después volvió a la acción con "The Matrix" y el golpe fue contundente: de los 8 millones de dólares que cobraba por película, pasó a 15 millones. Mientras se prepara la segunda parte del filme, Reeves hace girar otra vez la rueda de la fortuna y cambia el rumbo de su perfil actoral. Con la comedia romántica "Dulce noviembre", que llega a los cines de Rosario, deja la adrenalina de la acción para sumergirse en la adrenalina del amor.
Antes de llegar a "Dulce noviembre", Reeves trabajó recientemente en dos películas que lo apartaban del héroe de acción: "El observador" y "Los reemplazantes". En la primera interpretó a un asesino serial que se burlaba del FBI. En la segunda era un jugador de fútbol norteamericano que se las veía negras con su entrenador.
El cambio, el ida y vuelta, el riesgo son las marcas que definen a Reeves. No es una decisión de ahora. Su primer trabajo en el mundo del espectáculo la hizo para la película de televisión "Young Again", 1986. Antes de eso sólo había hecho una publicidad televisiva para Coca Cola. En 1998 le llegaría su primera gran oportunidad con "Relaciones peligrosas", de Stephen Frears, donde interpreta a un joven candoroso que cae en las trampas de los libertinos imaginados por Chordelos de Laclos.

El joven reservado
"Creo que más que otros actores, la imagen de mi persona ha dado que hablar más que mi trabajo", dijo Reeves en más de una oportunidad. Y es cierto. El tema de su sexualidad es un comentario obligado cada vez que se habla del actor. Los rumores dicen que su preferencia por los hombres es bien conocida en Hollywood y que el promocionado romance con Carrie-Anne Moss, su pareja protagónica en "The Matrix", fue sólo un truco publicitario. Sin embargo, el actor había formalizado un relación con Jennifer Syme, de 29 años, pero el drama se abatió sobre él, primero cuando murió un bebé que esperaban, y después cuando Syme se mató en abril pasado en un brutal accidente de tránsito, bajo la influencia de las drogas y de una fuerte depresión.
Más clara que sus preferencias sexuales está la historia de su familia. Reeves nació el 2 de septiembre de 1964, en Beirut, donde su padre de origen chino-hawaiano trabajaba en una empresa petrolera como geólogo y su madre británica actuaba en un club nocturno. Cuando tenía dos años, sus padres se divorciaron y su madre se lo llevó junto a su hermana Kim primero a Australia y luego a Nueva York.
La madre contrajo matrimonio nuevamente, en 1970, con el director de teatro Paul Aaron. Seis meses después la unión llegó a su fin. Tras su segundo fracaso matrimonial, la madre mudó la familia a Toronto, donde inició una relación con un promotor de conciertos de rock.
A pesar de los altibajos de su infancia, Reeves logró tener una vida relativamente normal. Durante sus años de secundaria descubrió la actuación, dedicándose con gran pasión y realizando audiciones para las películas de Hollywood que se filmaban en Toronto. Y al parecer heredó gustos de sus padrastros más que de su propio padre, ya que se dedicó a la actuación y también a la música, esto último con su grupo Dogstar, donde toca la batería.
"No quiero alcanzar tal nivel de fama que la gente me reconozca en todas partes", afirmó Reeves sobre sus aspiraciones en Hollywood. "Me siento muy incómodo cuando hablo con la prensa, no puedo creer que la gente quiera saber tanto sobre mi vida", agregó.
Convencido de que hacía lo correcto, rechazó la oferta de hacer "Máxima velocidad 2" y en su lugar firmó contrato para protagonizar junto a Al Pacino "El abogado del diablo". La primera resultó el peor fracaso de esa temporada, mientras que la segunda consiguió un gran resultado, que la convirtió en una de las favoritas del público.
"The Matrix" cambió el rumbo de su carrera y su vida. Reeves aprendió a luchar y se dedicó por completo al exigente entrenamiento físico que demandaba su rol, sufriendo lesiones casi diariamente. Pero gracias al éxito del filme, el actor cobra actualmente 15 millones de dólares por película. Y logró, también, lo que el Reeves no quería: ser reconocido en la calle por todo el mundo, que no deja de preguntarle para cuándo la segunda parte.

El karma del viajante
El viajante de comercio es una figura que atrapó para siempre la imaginación estadounidense. La atrapó desde el lugar del drama, que tuvo su cumbre con pieza teatral "La muerte de un viajante", de Arthur Miller. Arquetipo del fracaso en la gran sociedad de consumo del Norte, el viajante no sólo arruinó su vida sino también la de sus hijos: la familia de un viajante de comercio siempre es un desquicio, y en "Dulce noviembre" esa vieja idea es retomada como fuente de explicación de las frustraciones ocultas de su protagonista, el bueno de Nelson Moss (Keanu Reeves), un hijo de viajante de comercio. A diferencia del padre, el hijo tiene una chance de cambiar y esa chance se la da el amor, si es que se atreve a sentirlo.
En la película, Nelson es un ejecutivo exitoso de una agencia de publicidad. Sus padres están muertos y eso le permite deshacerse, según él cree, de su pasado. Pero la tristeza de su vida está afincada en en eso años junto a su familia. Keanu Reeves asegura que para preparar el personaje se lo imaginó sufriendo por su pasado y tratando de cambiarlo con una carrera triunfal: "Mi impresión de Nelson es que su padre era vendedor de puerta en puerta y que no era muy bueno en ello. Inconscientemente, Nelson trata de ser la versión exitosa de su padre. Pero al manifestarlo, ha cerrado la parte de sí mismo que le permite sentir".
En forma casual, Nelson conoce a Sara, interpretada por Charlize Theron. La chica lo intriga y comienzan una relación. Con aires de gente moderna se ponen de acuerdo en que será una relación sin compromisos. Se dan un plazo de un un mes, el frío noviembre estadounidense, para ver qué les pasa, pero seguros de que la atracción que siente se evaporará el 30 de noviembre, cuando, como en un cuento de hadas, termine el encantamiento.
El caso es que la atracción se convierte en amor y Nelson tendrá una chance dejar atrás su disfraz de hombre exitoso y fuerte, invulnerable a las pasiones comunes. Todo un desafío para el actor al que sus amigos del hockey sobre hielo apodaron el Muro, por la forma en que era imposible franquearlo, tanto en el deporte como en la vida cotidiana y en su rol de estrella de Hollywood.
Formal, reservado, pero también capaz de arrojar todo por la borda, Reeves hizo algunos de sus mejores papeles cuando no tenia toda la carga de la fama sobre sí, como en "Mucho ruido y pocas nueces", donde interpreta al villano shakespeareano de turno, y en "Mi mundo privado". En esta última, un filme de cuando aún Gus Van Sant producía películas interesantes, Reeves es un muchacho rico que por juego se mete en el mundo de la prostitución masculina y que un día, como una prueba de su poder, decide salirse y volver a su mundo de joven yuppie, ignorando a sus viejos camaradas de correrías sexuales.
Con "Dulce noviembre" Reeves apunta a un papel distinto. Puede ser una buena oportunidad para recuperarlo en su mejor forma o también un temible fiasco, donde su apostura no lo salvará del papelón y de aburrir a los espectadores, que clamarán porque vuelva pronto a trabajar en "The Matrix".



La película transcurre en la ciudad de San Francisco.
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