El Quini 6 no comenzó con el pie derecho a transitar el siglo XXI, las ventas del juego cayeron en los primeros cinco meses del año un 33,5 por ciento, en relación al mismo período del 2000. El dato fue proporcionado por el propio director general de la Lotería de Santa Fe, Enrique Ucedo, quien atribuyó esta disminución a una sumatoria de causas. En pos de frenar el descenso del expendio de boletas, y por ende de la recaudación, las autoridades de la Lotería de Santa Fe están elaborando alternativas para agregarle atractivos al juego y lograr que las apuestas vuelvan a los niveles anteriores. La preocupación de los funcionarios es que el Quini 6 corra la misma suerte que otros productos, como los billetes de lotería o el Prode, que prácticamente son ignorados por los apostadores. Según explicó Ucedo, la "grave recesión económica" y la falta de pozos millonarios atentan contra la comercialización del Quini 6, que junto con las quinielas es el producto de juegos de azar más vendido. En rigor, si se analizan los datos mes a mes, las caídas más estrepitosas de ventas fueron proporcionales a la disminución de la recompensa. Por ejemplo, en enero de 2000 el pozo trepó a más de 22 millones y las ventas del juego casi alcanzaron los 10; mientras que en el mismo mes de este año el mayor pozo sólo llegó a cuatro millones y la recaudación bajó un 58,88%, ya que el monto de ventas apenas superó los cuatro millones (ver infografía). Si bien las autoridades no han hecho anuncios oficiales acerca de la futura modificación del juego, se supo que entre las opciones que barajan estaría la posibilidad de agregar un premio sin que el precio de las boletas aumente. "La esperanza es lo último que se pierde, y por eso los productos del juego de azar siempre se seguirán vendiendo", afirmó el empresario Daniel Tedeschi, tras reconocer que las ventas han caído entre un 10 y un 15 por ciento. Su colega Pascual Lanzzilotta, de la agencia Los Dos Chinos, señaló a La Capital que la disminución de las ventas podría alcanzar al 20 por ciento. "Nuestro rubro no ha sufrido tanto en esta crisis como otros; sin embargo, se sintió la merma de apuestas". Lanzzilotta fue más allá e indicó que además de la recesión económica se produjo un cambio cultural entre los apostadores. "La gente busca la inmediatez para ganar, ya sea en la quiniela o en los pozos que ofrecen cifras millonarias, independientemente de la cantidad de probabilidades para ganar", explicó. En ese sentido, el empresario rosarino indicó que los billetes de lotería son productos en "extinción". Las mismas palabras utilizó Tedeschi para este tipo de apuestas, y ambos titulares de agencias coincidieron además en que el Prode "nació mal parido".
| La recesión atentó contra la comercialización del Quini 6. | | Ampliar Foto | | |
|
|