Setenta y dos jóvenes con doble nacionalidad argentino-española llegaron ayer a Madrid para ocupar en el Ejército español las vacantes que quedaron al finalizar el servicio militar obligatorio, en una experiencia piloto que también incluye a jóvenes uruguayos. Los 72 nuevos soldados profesionales -61 varones y once mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y 27 años- fueron recibidos por una representación de los tres Ejércitos hispanos, en el aeropuerto de Barajas, al llegar en un vuelo procedente de Buenos Aires.
Posteriormente, fueron conducidos en varios autobuses a tres centros del Ejército de Aire, Mar y Tierra en la capital madrileña, donde podrán descansar y telefonear a sus familias.
El director general de Reclutamiento y Enseñanza Militar, el teniente general Gregorio López Iraola, anunció que estos 72 soldados se incorporarán a los diferentes centros de formación repartidos por España, 37 al Ejército de Tierra, 21 al de Aire y 14 a la Armada. Un próximo grupo de jóvenes soldados, con doble nacionalidad uruguaya y española, llegará a Madrid mañana procedente de Montevideo, indicó López Iraola.
Una de las chicas que recibirá su instrucción en el centro de la Armada en El Ferrol (Galicia) explicó que esta iniciativa supone una "oportunidad y la experiencia de mi vida", y añadió que, como la mayor parte de los que han aceptado el ingreso en el Ejército español, tiene familiares en España.
Los seleccionados tendrán dos meses de instrucción básica antes de acceder a la posibilidad de firmar unos contratos cuya duración oscila entre los 18 meses y los tres años, según la especialidad, y que son ampliables hasta doce años.
En la instrucción cobrarán un salario mensual de alrededor de 67 mil pesetas (350 dólares) -un total por el período de 700 dólares-, para luego pasar a ganar 105 mil pesetas (550 dólares) al mes, aunque podrán incrementar sus ingresos en función de las tareas que desempeñen.
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La Ciudad
