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La represión no es el camino

Una vez más, los medios escritos, radiales y televisivos nos informan y muestran las brutales represiones policiales ordenadas por el gobierno nacional contra el pueblo que reclama por la falta de trabajo, por el derecho a la vida y de aquellos que defienden sus fuentes laborales y la soberanía del país contra el avasallamiento de empresas extranjeras, tal el caso de Aerolíneas Argentinas, cuyo personal ha logrado la solidaridad de todo un pueblo, ante la insensibilidad de los gobernantes y de la mayor parte de los llamados "representantes del pueblo". Sin ninguna duda, se olvidaron de las promesas electorales y de las escritas en el compromiso de la Alianza firmado por la Unión Cívica Radical y el Frepaso. En el mismo se dice que "el país vive las consecuencias de un modelo de capitalismo salvaje, la existencia de la democracia exige otra política, que tenga un mayor y mejor contenido social". Con los justicialistas y otros sectores ocurre lo mismo. La gente exige que se cumpla con los compromisos preelectorales, y la represión exhibida en estos días hace que el pueblo exclame: la violencia no es solución. Se debe garantizar el derecho a la vida, al trabajo digno. Es parte de las garantías constitucionales (artículo 14 bis) y de los derechos humanos.
Manuel Díaz