Lazio señaló que una suspensión de dos años a Juan Sebastián Verón, pedida en el juicio deportivo que se le sigue por el caso de su pasaporte italiano irregular, significaría para la entidad "una pérdida de 42 millones de dólares". Ese sería el valor en que está cotizado para el mercado internacional el ex jugador de Estudiantes de la Plata, Boca Juniors, Sampdoria y Parma. Por otra parte, la sanción, de confirmarse la semana próxima cuando se reúna la Comisión Disciplinaria de la Federación Italiana de Calcio le impediría a Verón disputar con el seleccionado argentino el Mundial 2002. Sin embargo, la prensa italiana especuló con que la sanción a Verón no supere los ocho meses teniendo en cuenta las suspensiones aplicadas en el fútbol francés a jugadores en casos similares tal los casos de Diego Garay (ex Racing de Estrasburgo) y del chileno Pablo Contreras (ex Mónaco y Racing) quienes recibieron una pena de tres meses. Además, según publicó ayer La Gazzetta dello Sport, que a su vez recoge manifestaciones de diarios británicos como The Sun y The Guardian, Manchester United estaría dispuesto a pagar 35 millones de dólares por el pase de la Brujita, siempre y cuando la suspensión deportiva no superase los seis meses. Verón, quien declaró el viernes ante la Comisión Disciplinaria, manifestó: "Nunca quise tener la ciudadanía italiana; yo estoy orgulloso de ser un extracomunitario. Me siento traicionado por las personas que han llevado esta práctica", refiriéndose al trámite de su ciudadanía italiana. Respecto de esa gestión, el tema de la responsabilidad todavía está en discusión en el proceso que se sigue en la justicia ordinaria. Mientras Lazio sostiene que la práctica irregular fue culpa de la traductora María Elena Tedaldi y el estudio para el cual ella trabaja en Buenos Aires, la mujer atribuyó toda la responsabilidad al dirigente Felice Pulici, que, según ella, falsificó partidas de nacimiento para el trámite de la ciudadanía italiana. Gustavo Mascardi, representante del futbolista, dijo que se recurrirá a la justicia laboral italiana por considerar que "con una sanción tan prolongada se atenta contra la libertad de trabajo de cualquier jugador". El presidente Cragnotti también se maneja en la misma tesitura: "Si se suspende a Verón la próxima semana, entonces me veré obligado a acudir a la justicia ordinaria para defender los intereses del club, mientras que el jugador se presentará ante los tribunales de trabajo". El juicio penal, iniciado en Roma e instruido por el fiscal Silverio Piro, se ha convertido en una suerte de mani pulite en el caso de los pasaportes falsos en poder de jugadores extranjeros, al comprobarse la falsedad de los certificados de antepasados de Verón, utilizados para obtener su ciudadanía italiana. Ese proceso, tras una serie de audiencias preliminares a cargo del juez Claudio Tortora, resolvió reunirse el próximo 11 de octubre para dictar sentencia definitiva.
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