El mediodía del 13 de febrero de 1999, Oscar Tonelli ingresó a la pinturería de avenida Presidente Perón y Alsina con la idea de comprar materiales para las refacciones que hacía en una vivienda de su propiedad. Se sorprendió cuando vio la puerta abierta y a nadie en su interior. Golpeó con sus manos y desde el fondo del local salieron dos jóvenes armados que perpetraban un robo. Tonelli reconoció en los delincuentes a los mismos que lo habían asaltado 15 días antes en su distribuidora de bebidas y por ello intentó escapar. Los asaltantes lo alcanzaron, lo tiraron al piso y lo mataron de un balazo en el pecho. A poco más de dos años de aquel crimen, un juez de Sentencia condenó a 17 años de prisión al autor material del mortal disparo.
La sentencia fue dictada por el juez Julio Kesuani y recayó sobre Sergio Montiel, quien permanece detenido desde el 4 de abril de 1999 cuando los agentes de la Brigada de Homicidios lo atraparon en una villa miseria de Alsina y Gálvez, a escasas cuadras de donde fue asesinado Tonelli.
El sangriento asalto ocurrió a las 12.20 de un cálido mediodía de febrero de 1999, un mes que los investigadores de Homicidios recordarán por mucho tiempo ya que una ola de crímenes sacudió a la ciudad.
Aquel día, Tonelli llegó a la pinturería en carácter de cliente y al hallar la puerta abierta y nadie en su interior golpeó sus manos pidiendo ser atendido. En ese momento el dueño del local, Alberto Frisol, se encontraba reducido y encerrado en un baño de la parte trasera del comercio junto a su suegro. "Estaba detrás del mostrador y mi suegro hacía algunas reparaciones en el fondo del local cuando entraron dos tipos jóvenes, uno de ellos armado, y enseguida me pidieron el dinero", dijo aquel día Frisol.
Como el dueño del local se negó al pedido de los asaltantes fue llevado por éstos hacia el fondo del comercio, donde fue reducido y encerrado junto a su suegro. "Nos preocupamos cuando escuchamos un disparo", recordó el comerciante.
Víctima de un robo anterior
Ese disparo había sido el que terminó con la vida de Tonelli, quien al llamar para ser atendido fue sorprendido por los dos jóvenes que salían desde el interior del comercio. En esa circunstancia Tonelli reconoció a los asaltantes como los mismos que 15 días antes habían robado en su distribuidora de sodas y cervezas ubicada a pocas cuadras de la pinturería. Entonces, retrocedió hacia la puerta con intenciones de salir y escapar. Pero Montiel y su cómplice lo alcanzaron y, por la fuerza, le exigieron que les entregara el dinero que llevaba encima.
Tonelli se trabó en lucha con los delincuentes. Primero fue empujado hacia una vidriera de la pinturería, que rompió con su cuerpo; luego fue arrojado hacia la calle, y cuando intentó incorporarse lo mataron de un balazo.
Tras el ataque, Montiel y el menor ascendieron a un Renault Clío de color oscuro, propiedad de un vecino del comercio, que estaba estacionado en la puerta del negocio. En ese vehículo rápidamente se dieron a la fuga.
El 4 de abril de 1999 efectivos de la Brigada de Homicidios apresaron a Montiel en la villa de Gálvez y Alsina. Ante la fiscal Adriana Camporini el muchacho confesó su participación en el hecho e identificó a su cómplice. Pocas horas más tarde los investigadores llegaron hasta un asentamiento de Pueyrredón y Centeno y apresaron a Vicente Angel Monzón, de 18 años, quien aún permanece detenido por la causa.