Ginebra. - El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que cerrará hoy las 130 panaderías de Kabul desde las cuales abastece a 280.000 personas, dado que la organización no puede proveer harina hasta tanto no concluyan negociaciones con el régimen talibán. Este exige que no trabajen mujeres en esas tareas, lo que deja de hecho sin posibilidades al PMA de desarrollar su labor. En conferencia de prensa, la vocera del programa, Christiane Berthiaume, comunicó que los talibanes pidieron la prolongación de las negociaciones, que mantienen con la organización desde hace un año, sobre las modalidades de una investigación para conocer las necesidades alimentarias que cubren estas panaderías. Las discusiones seguirán durante dos o tres días más y si finalmente se llega a un acuerdo, el PMA proporcionará harina para continuar la producción mientras que, en caso contrario, la mayoría de los establecimientos cerrarán definitivamente. Berthiaume explicó que esta semana se propuso a los talibanes incluir a personal femenino de su Ministerio de Salud en el equipo de investigación, a cambio de que acepten que también haya mujeres experimentadas del PMA, organización que se encargaría de la supervisión del trabajo. El director de la oficina del PMA en Afganistán, Gerrad Van Dyke, permanecerá en Kabul hasta el martes para dirigir estas negociaciones, agregó la portavoz. El PMA proporciona 3.000 toneladas de harina a estos establecimientos para que puedan producir pan que se vende a bajo precio. Las únicas panaderías que permanecerán abiertas si no se alcanza un acuerdo son las gestionadas por mujeres viudas, unas 80, ya que estas mujeres no tienen parientes masculinos que puedan ayudarlas y son las más vulnerables. Igualmente seguirán funcionando otros cinco establecimientos que asisten a 24.000 personas que viven en condiciones muy difíciles en el antiguo terreno de la embajada soviética. El PMA dispone de otras 80 panaderías en Mazar-i-Sharif, de las que 20 son administradas por mujeres, y que ayudan a 120.000 personas.
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