Año CXXXIV
 Nº 49.149
Rosario,
sábado  16 de
junio de 2001
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El 20 de Junio pasará desapercibido en la agenda presidencial
Por segunda vez, De la Rúa no asistirá al acto oficial del Día de la Bandera
Lo confirmó ayer su vocero, Ricardo Ostuni. En la Municipalidad todavía no recibieron la negativa

El presidente Fernando de la Rúa no será parte de los festejos del Día de la Bandera. Al menos, así lo confirmó ayer su vocero, Ricardo Ostuni. El funcionario prometió sin embargo que la figura del primer mandatario será reemplazada por "algún miembro del gabinete nacional", aunque por el momento no quiso arriesgar nombres. La noticia no fue bien vista por las autoridades locales, que recordaron que desde hace tres años ningún presidente asiste a esta celebración. De todas formas, el secretario General de la Municipalidad, Juan Carlos Zabalza, mantuvo su esperanza. "Nos han manifestado el deseo del presidente de asistir, así que sigo pensando que las puertas están abiertas", indicó.
Minutos antes, Ostuni había asegurado a La Capital la ausencia del presidente. "En principio, no podrá estar en Rosario el 20 de junio. Tiene que participar de la cumbre del Mercosur, que se realiza en Paraguay", dijo para explicar el faltazo. Y agregó que "alguien del gabinete va a ir", aunque evitó precisar sobre qué funcionario caerá la responsabilidad de representar a De la Rúa.
Con la ausencia del jefe de Estado en el palco oficial, este será el tercer 20 de junio consecutivo en que la ciudad no reciba a los primeros mandatarios nacionales. Es más, desde que De la Rúa asumió la presidencia nunca visitó Rosario, sólo la sobrevoló cuando se inundó Cañada de Gómez.
De todas formas, Zabalza aún no quiso resignarse. "Todavía no recibimos la negativa oficial, así que soy optimista", dijo. En cambio, su ánimo no fue compartido por el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Antonio Bonfatti. "Esto es un hecho totalmente injusto para la ciudad. El 20 de junio es una fecha en la que debemos contar con las máximas autoridades del país. En alguna medida, su ausencia le quita jerarquía al acto", se quejó.
La misma preocupación manifestó el presidente del Concejo Municipal, Pablo Cribioli. "Lo lamento profundamente. Ya hace dos años que la ciudad no cuenta con la presencia de ningún presidente en los festejos y vamos a repetir esta historia", criticó.
El titular del Palacio Vasallo recordó los intentos que realizó el Concejo para lograr el "sí" del presidente: "La semana pasada el cuerpo votó por unanimidad una declaración para manifestar al primer mandatario el deseo de toda la ciudadanía de contar con su presencia. Yo mismo despaché esta misiva acompañada por la firma de todos los concejales".

Palcos y ausencias
No es la primera vez que De la Rúa evita encabezar los festejos del Día de la Bandera. Ya el año pasado se ausentó del palco oficial debido a que estaba en el medio de una gira en el exterior. De todas formas, días antes del 20 de junio se había prometido la presencia del ex vicepresidente Carlos Alvarez, quien se excusó diciendo que tenía que presidir la reunión de gabinete. Tampoco el ex ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, ni su par de Educación, Juan Llach, fueron de la partida.
Ya en esa oportunidad, el intendente Hermes Binner consideró "un error" que a los actos no hubiera asistido ninguna autoridad nacional. El gobernador Reutemann fue un poco más lejos: "Uno hubiese esperado que, siendo el gobierno de la Alianza, hubiesen venido".
Las celebraciones del 20 de junio tienen una nutrida historia de ausencias. Desde la presidencia de Raúl Alfonsín, sólo en seis oportunidades fueron los presidentes los encargados de pasar revista a las tropas militares presentes en los actos oficiales.
En 1984, en su primer año de gestión, Alfonsín llegó a la ciudad para presidir los actos, pero el resto de su mandato, el ex presidente prefirió conmemorar el fallecimiento de Manuel Belgrano desde la residencia de Olivos. En tanto, de los 10 años en que Carlos Menem ocupó la Casa Rosada, sólo en cinco oportunidades compartió el festejo con los rosarinos.
Y este año, el centro del palco volverá a quedar vacío.



Esperando al presidente. El año pasado tampoco estuvo.
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