Zamboanga, Filipinas. - El gobierno filipino declaró ayer que abandonó sus intentos de negociar con los extremistas musulmanes que mantienen secuestradas a más de 20 personas, y que sólo se concentrará en perseguirlos. "Ya no tiene ningún caso seguir hablando", expresó el asesor de Seguridad Nacional Roilo Golez. "Es la guerra total", sentenció el militar. Los guerrilleros de Abu Sayyaf, que el martes dijeron haber asesinado a uno de los tres estadounidenses que retienen, ya habían dicho que no negociarían más con el gobierno.
Golez expresó que los rebeldes anunciaron la decapitación a pesar de una oferta gubernamental de ceder ante una de las principales demandas de los guerrilleros: pedir a un ex senador malayo que actuara como mediador. Pero luego de tres días de búsqueda del cadáver de Guillermo Corona Sobero, residente de California, el gobierno dice que los guerrilleros podrían estar mintiendo sobre su muerte.
Un video como prueba
El secretario del Interior, Joey Lina, quien está a cargo de la policía, expresó que "hay una gran posibilidad de que esté vivo todavía". El canal de noticias CNN informó en su sitio de Internet que recibió una comunicación de un hombre que se identificó como Abu Sabaya, el líder de los rebeldes, diciendo que había decapitado a Corona Sobero y ofreciendo vender un video como prueba. "No estamos fingiendo", habría dicho según CNN. "Ya lo hicimos", aseguró. El líder rebelde agregó que a menos que el gobierno cumpla la demanda del grupo de conversar con el negociador malayo, morirían más rehenes. CNN informó que no compró la supuesta filmación.\El vocero presidencial, Rigoberto Tiglao, aseguró que el gobierno condena "la depravación de este criminal, que incluso podría comerciar con este terrible acto". Sabaya sostiene que decapitó a Corona Sobero el martes como un "regalo" al país por el Día de la Independencia. Su grupo mantiene cautivos también a 25 filipinos y dos misioneros estadounidenses.\El alcalde de Tipo Tipo -en el sudeste de la isla- expresó que residentes dicen haber visto con vida, la semana pasada, a dos rehenes estadounidenses: Gracia y Martin Burnham, misioneros de Kansas.